Juan Carlos tiene 12 años y desde hace seis fue diagnosticado con leucemia, por lo que cada mes viaja durante más de tres horas en autobús desde Mazamitla hasta el Centro Médico de Occidente para atenderse. Sin embargo, debido a la contingencia sanitaria por el coronavirus sus traslados se han vuelto más riesgosos.Alejandro Barbosa, director de la organización Nariz Roja A.C., explicó que los niños con cáncer deben guardar más cuidados por ser pacientes inmunodeprimidos, por lo que tienen una menor capacidad para combatir infecciones, aunado a que padecen escasez de medicamentos.La familia de Juan Carlos ha batallado en encontrar el fármaco vincristina, que se usa para tratar el padecimiento del menor. En febrero no recibieron la dotación necesaria de medicina, pero este mes, gracias a Nariz Roja, pudieron obtenerla. Para la aplicación, pagaron 900 pesos en una clínica privada, “pero es mejor y nos ayuda mucho que nos den el medicamento, porque pagar la aplicación y el vincristina puede costar unos tres mil pesos juntos”, comentó la mamá de Juan Carlos.Tan solo en lo que va de la pandemia, Nariz Roja ya entregó cerca de 100 insumos del fármaco para familias que no la recibieron por parte del sistema de Salud.El director de la asociación compartió que tuvieron que cerrar sus puertas por el riesgo sanitario.JL