Algunas personas encuentran placer en levantarse y ordenar sus sábanas y almohadas, una actividad que representa una parte fundamental de sus rutinas, sin embargo, muchas otras ven esta tarea un reto significativo. Aunque parezca un suceso simple, desde la perspectiva psicológica el hecho de no hacer la cama en la mañana adquiere dimensiones profundas que develan rasgos de la personalidad de cada individuo.La psicóloga Leticia Martín Enjunto explica que la decisión de tender o no la cama al levantarse puede esconder información sobre la forma de pensar de alguien. En este sentido, se ha identificado una serie de factores que las personas que deciden no hacer su cama suelen compartir.Tendencia a la procrastinación: Muchas veces, el hecho de no tender la cama en la mañana se relaciona con un problema más grande de postergación. Dejar las tareas de lado para realizarlas más tarde puede deberse a la dificultad para manejar las emociones negativas que pueden generar esas actividades.Rutinas flexibles: Las personas que no suelen tender sus camas en la mañana tienen rutinas menos rigurosas que las personas que deciden tener ese espacio siempre en orden. Es así como no hacer la cama suele ser una característica de una personalidad adaptable.Rebeldía: Algunas personas deciden ir en contra de la norma social de mantener la cama siempre hecha, por lo que deciden no tender la cama, a modo de ir a contracorriente.Creatividad: Aunque para muchas personas el desorden puede ser desesperante, otras encuentran en este un espacio más fértil para su creatividad.Desmotivación: De acuerdo con la experta, decidir no tender la cama puede estar relacionado con un estado de desmotivación, fatiga e incluso puede ser síntoma de afectaciones como el estrés o malestar emocional. Si el desorden es constante y se extiende a otras actividades, es necesario buscar ayuda psicológica.* * * Mantente al día con las noticias, únete a nuestro canal de WhatsApp * * *MB