El Paseo de la Reforma en la Ciudad de México se unió a la fiesta del automovilismo y se convirtió en una extraordinaria pista donde el día de ayer rodó el RB7 conducido por Sergio “Checo” Pérez en un evento que sirvió como la perfecta antesala del Gran Premio de la Ciudad de México.La expectativa que despertó el evento fue tal, que algunos aficionados decidieron pasar la noche previa en ese lugar, todo haya sido por garantizar estar en la primera fila para disfrutar, por unos segundos, del paso del piloto tapatío y su monoplaza.Su esfuerzo valió la pena, pues el resto de los más de 100 mil aficionados presentes en el lugar, tuvo que echar mano de su creatividad para poder disfrutar del espectáculo que se presentó. Desde banquitos hasta escaleras y algunos que decidieronsubir a los árboles, cualquier cosa era útil para ver a su ídolo.El evento tuvo como protagonistas a los representantes del automovilismo mexicano de todas las edades y de todas las categorías. Desde Mateo García, el piloto de karts de cinco años, pasando por Memo Rojas Jr. y el rallista Benito Guerra; todos estuvieron presentes, aunque, sin duda, la estrella del día fue Sergio Pérez.El tapatío completó tres recorridos en el RB7 desde la Diana Cazadora hasta el Ángel de la Independencia, monumentos en los cuáles dejó su marca haciendo unas donas para el deleite de los fanáticos que celebraban cada frenada y aplaudían con cada demostración.Para cerrar el evento, llegó el mariachi que interpretó el “Cielito Lindo” al tiempo que Checo Pérez mostraba el Nomex con el que correrá el domingo en el Autódromo Hermanos Rodríguez y que simula, justamente, el traje de mariachi con detalles que recuerdan una corbata y la botonadura típica.Al final, el mexicano tomó el micrófono y agradeció, una vez más, a la afición.“Hoy fue increíble, tomamos la Ciudad de México. Fue una forma muy especial de comenzar la semana de mi Gran Premio en casa.“Es increíble. No tengo palabras para agradecerles el cariño y el apoyo. Que viva México”.MANIFESTACIÓNNo se corrió completoEl Show Run de Red Bull tuvo a miles de aficionados viendo el monoplaza y las maniobras de “Checo”.Sin embargo, el evento automovilístico fue tomado por un grupo feminista que marchaba por la zona exigiendo justicia por las mujeres que han sido asesinadas en el país. Las involucradas tiraron las vallas de protección e invadieron el circuito donde manejó Pérez.El grupo llegó por la zona de Insurgentes y se dirigió al Ángel de la Independencia. Tras retirarlas del lugar se aumentó la seguridad e incluso la cuarta vuelta de Sergio Pérez, que era sorpresa del evento se anunció, pero no se realizó. Las manifestantes alcanzaron a subir a la escalinata del Ángel, pero de inmediato un grupo de granaderas las rodeó y las bajó.LA CIFRA650 puntos hizo Red Bull con el RB7 en la temporada 2011, que le valió a la escudería austriaca conseguir por segundo calendario consecutivo el campeonato de constructores. Pérez estuvo al volante de este modelo durante la exhibición de ayer en la Ciudad de México.MQ
