Hasta Tláloc se ha subido al barco de los Charros en esta Postemporada.Y es que el abridor de los caporales, Marco Tovar, tenía una noche de descontrol en el centro del diamante y Jalisco perdía por pizarra de 2-0 ante Venados de Mazatlán, cuando una inusual tromba -en enero- cayó en el Estadio Charros, lo cual obligó a la suspensión del tercer juego de la Serie Semifinal de la Temporada 2018-2019 de la Liga Mexicana del Pacífico Caliente.mx. La serie se mantiene 2-0 a favor de los locales.Se jugaba la parte alta de la segunda entrada cuando la ligera llovizna que acompañó el duelo desde el inicio se volvió tormenta. Casi al mismo tiempo que se vaciaba el terreno de juego, se vaciaban también las tribunas del Charro Park, que iba a registrar un entradón, pues para entonces el coloso de la Colonia Tepeyac estaba muy cerca de lleno.El fuerte viento que acompañó la lluvia provocó que la afición tuviera que refugiarse en los pasillos del inmueble, pues la brisa llegaba hasta las zonas techadas del estadio.Mientras tanto, en el terreno de juego se habían cubierto las cuatro almohadillas y el montículo, pero la precipitación no cedió en intensidad durante casi una hora, por lo que los umpires ya ni siquiera salieron a verificar el terreno de juego por tercera vez en un lapso de media hora como marca el reglamento. En el segundo chequeo se determinó la suspensión del duelo.El partido se reprogramó para hoy en punto de las 20:15 horas y será continuación, es decir, reinicia en la parte alta del segundo inning con un out, Anthony Giasanti al bate por Mazatlán, y con la pizarra 2-0 a favor de los Venados. La serie, sin embargo, no se recorre, pues de ser necesario un quinto juego éste se escenificaría el jueves, y de requerirse un sexto partido éste se desarrollaría el viernes, día que estaba destinado a descansar y viajar de regreso a Mazatlán.Los Venados ganaban gracias a un par de anotaciones en el primer episodio, cuando Jasson Atondo y Ramón Ríos entraron a tierra prometida en una ofensiva de tres imparables de los sinaloenses ante el descontrol de Marco Tovar.
