Priistas niegan “ablandamiento” y mantienen que Guízar debe irse

GUADALAJARA, JAL.- El Partido Revolucionario Institucional (PRI) en Jalisco sigue hundido todavía en la crisis interna que se desató a media semana, con el registro arbitrario de planillas de regidores para la elección del 5 de julio. Al menos es lo que manifiestan los candidatos a alcaldes, diputados y funcionarios del partido tricolor que, durante el sábado, mantuvieron firme su exigencia para que Javier Guízar Macías deje la presidencia del partido.

Alberto Mora Martín del Campo, declarado vocero del amplio movimiento de inconformidad, anunció primero que “definitivamente no hay un ‘ablandamiento’ en el propósito original: queremos que este señor (Javier Guízar) deje la presidencia del partido (...), de ninguna manera vamos a tomar la cabeza de sus amigos como un intercambio, ni tampoco aceptamos que con la salida de ellos se haya recuperado la confianza en la dirigencia estatal”.

Aseveró que la salida de José Luis Monterde como secretario de Elecciones, y de José Manuel Carrillo Rubio, como secretario general del Comité Estatal, “no es suficiente, y así se lo hicimos saber al enviado especial del Comité Nacional del partido (Efrén Leyva Acevedo), en varias reuniones que se hicieron este día (sábado) desde las 9:00 de la mañana”.

Encima, el movimiento de inconformidad en el PRI Jalisco rechazó también el nombramiento de Rafael Castellanos como nuevo secretario de Elecciones y representante del partido tricolor ante el Instituto Electoral y de Participación Ciudadana. “¿Que Efrén Leyva nombró a esta persona?”, cuestionó el vocero del movimiento, “No, ésa es una decisión del mismo Javier Guízar... pero se están confundiendo las cosas, no están entendiendo bien cómo fluye este asunto, porque no se trata de negociar posiciones, no estamos de acuerdo con que cambien a Monterde y pongan a Javier Castellanos. No hay confianza en el Comité Estatal y nuestra posición es que se vayan todos, que haya un cambio general”.

Detalló que en el caso de Patricia Retamoza, quien regresó a la secretaría general, “tiene un problema legal, porque también es candidata a diputada, pero si puede resolver este problema, no hay ningún rechazo a su persona”.

Apuntó que lejos de considerar la flexibilización de posiciones, los cambios anunciados el viernes en el Comité Estatal “los estamos interpretando como la búsqueda de chivos expiatorios, o bien, como una manifestación de incompetencia de estas dos personas, Monterde y Carrillo Rubio”.

Los priistas inconformes, que mantienen tomado el edificio del Comité Estatal, esperan la llegada, quizá el lunes, de un “delegado especial para la zona metropolitana”, que no sería otra cosa que un sustituto de facto para Javier Guízar, porque, según Alberto Mora, “sabemos que en el Comité Ejecutivo Nacional tienen el problema de que no saben cómo le dan salida a Javier Guízar”.