Hay muchas objeciones que se pueden poner al Plan de Paz para Gaza presentado por el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, pero lo primero que hay que celebrar es que la población civil palestina en Gaza ya no está siendo bombardeada por avión o artillería pesada, y que por fin se impuso la racionalidad humanista y se permitió la entrada de ayuda y alimentos a Gaza al abrir el paso fronterizo de Rafah entre la Franja y Egipto.Justo dos años después de que Israel desatara la mayor ofensiva militar contra la población civil palestina, después de los ataques de Hamás contra población civil en territorio israelí, el presidente de Estados Unidos anunció que tanto Israel como Hamás habían aceptado el plan de paz que venía gestionando con la mediación de Egipto, Qatar y Turquía. Se llega a la paz pagando un altísimo precio para la población palestina: 70 mil muertos, 170 mil heridos, 10 mil desaparecidos y la destrucción prácticamente del 90 por ciento de todos los edificios e infraestructuras de la Franja de Gaza.Era tal el asedio militar, la destrucción, la hambruna y el genocidio que ha padecido la población de Gaza desde hace casi dos años (además de las siete décadas de ocupación) que las facciones palestinas se vieron obligadas a aceptar este acuerdo que dista mucho de avanzar en el sentido de una Palestina independiente y no ocupada. En lugar de un Gobierno palestino autónomo, Gaza será gobernada por una “Junta de Paz”, presidida por el presidente de EE. UU., Donald Trump.El primer punto del plan para Gaza presentado por Trump señala: Gaza será una zona libre de terrorismo y desradicalizada que no represente una amenaza para sus vecinos. Para llegar a esta Gaza “desradicalizada”, se está ofreciendo amnistía a los integrantes de Hamás que “se comprometan a la coexistencia pacífica y a desmantelar sus armas”.Una condición esencial de este plan es el compromiso de Hamás de devolver todos los rehenes tomados en la incursión armada del 7 de octubre de 2023. Se estima que hay 20 rehenes vivos y otros 28 fallecidos. El quinto punto del plan establece que “cuando todos los rehenes sean puestos en libertad, Israel liberará a 250 presos condenados a cadena perpetua, más 1 700 gazatíes que fueron detenidos después del 7 de octubre de 2023, incluyendo a todas las mujeres y los niños detenidos en ese contexto”.¿Quién gobernará la “Nueva Gaza”, como la llama el plan de Trump? Se propuso un “gobierno transitorio temporal de un comité palestino tecnocrático y apolítico”, encargado de proveer los servicios públicos y los cuerpos de gobierno a la población de Gaza. Este comité estaría integrado por “palestinos calificados” y tecnócratas internacionales, que a su vez estarán bajo vigilancia y supervisión de un nuevo órgano transitorio, la “Junta de la Paz”, presidida por Trump junto con otros jefes de Estado que se anunciarán, entre ellos el ex primer ministro Tony Blair. El Plan de Paz es al mismo tiempo una confesión de apuesta de negocios internacionales a través de la financiación y reconstrucción de la “Nueva Gaza”. Y para eso ya están invocando la llegada de inversores privados.Este plan de paz es, al mismo tiempo, una declaración de rendición incondicional, pues establece en su punto 15 que “Hamás y otras facciones acuerdan no desempeñar ningún papel en el gobierno de Gaza, ni directa, ni indirectamente, ni de ninguna forma”, y los conmina a desarmarse, pero en ningún momento se plantea la desmilitarización de Israel. En todo el texto del plan se deja la carga de la amenaza a Hamás y la población de Gaza, pero nunca se señala la responsabilidad de Israel y el control que ejerce sobre la población y el territorio de Gaza mediante la ocupación ilegal y el sistema de apartheid.En conjunto, el Plan de Paz de Trump es el modelo de un nuevo ciclo de ocupación y control de la población palestina de Gaza y la apropiación de sus bienes y riquezas. Y todo bajo el manto pacificador de Donald Trump. Aunque ahora Estados Unidos aparenta ser el pacificador de las partes, no puede obviarse que sin el apoyo en armas, dinero y diplomático, Israel no podría seguir ocupando Palestina y manteniendo su supremacía militar. Estados Unidos es tan responsable por la hambruna y el genocidio en Gaza como Israel.Pero, como dije al comienzo, el plan de Trump para Gaza puede tener todas las objeciones, pero el júbilo con el que los gazatíes recibieron la noticia nos obliga a respetar sus decisiones sobre su futuro. La población de Gaza, especialmente los niños, necesita la llegada de la paz, así sea a un alto precio.rubenmartinmartin@gmail.com