Viernes, 10 de Octubre 2025
Jalisco | Consultor hídrico asegura se necesitan más obras de abasto de agua

Política y no técnica, la cancelación del segundo acueducto

Consultor hídrico asegura se necesitan más obras de abasto de agua

Por: EL INFORMADOR

Temacapulín, Acasico y Palmarejo, cuentan con su propia riqueza cultural e histórica, señala Gleason Espíndola. ARCHIVO  /

Temacapulín, Acasico y Palmarejo, cuentan con su propia riqueza cultural e histórica, señala Gleason Espíndola. ARCHIVO /

GUADALAJARA, JALISCO (12/NOV/2012).- Usanza política. La decisión del SIAPA de suprimir la construcción del segundo acueducto Chapala-Guadalajara obedece a intereses partidistas, pues se encuentra muy lejos de atender las necesidades hídricas de la metrópoli, asegura el doctor Arturo Gleason Espíndola, consultor hídrico e investigador de la Universidad de Guadalajara.

"Es una cuestión política más que técnica, no me extraña que de aquí al año que entra vuelvan a decir que se necesita. Lamentablemente, es un cambio de discurso más que algo bien pensado".

Por otra parte, la determinación del SIAPA por apostar a la continuación de la presa El Zapotillo para el abasto de agua es rechazada por Gleason Espíndola, pues sostiene que es prioridad reparar las redes hídricas de la ciudad, regular la presión de sus tuberías y evitar permanentemente las fugas, antes de buscar nuevas fuentes de abasto.

"Nos quieren vender la idea de que se necesita una obra, pero no se necesitan más obras de abasto de agua: se necesita arreglar el sistema", indica el especialista, quien agrega que las autoridades recurren a las grandes obras porque "les dejan más". "No quieren entender que ir por más agua mientras en la ciudad tienen un desorden en su manejo, no tiene sentido".

Aunado a ello, recuerda que organismos como la Comisión Mundial de Represas indican la obsolescencia de construir embalses como El Zapotillo, toda vez que éstos causan más perjuicios que beneficios.

Entre éstos figura el impacto ambiental al área inundada, en este caso las comunidades de Temacapulín, Acasico y Palmarejo, las cuales cuentan con su propia riqueza cultural e histórica, además de ser fértiles para actividades agrícolas como el chile de árbol y el agave temacapulinés.

"La gente que maneja el agua en el país cree que estamos hace 40 años, donde ponías una presa en cualquier lado y no pasaba nada, ahora la pones y contamina, echa a perder el medio ambiente y todo eso perjudica a los ecosistemas en la disponibilidad de agua para quienes viven cerca de la presa", señala el consultor, quien cita a la Comisión Mundial cuando recomienda a los gobiernos recurrir a la construcción de presas como última instancia.

Según su experiencia, las opciones para la metrópoli son, en primer lugar, garantizar que el agua no se fugue ni desperdicie en la zona, así como buscar formas de ahorro en los hogares cambiando los muebles sanitarios, e implementando mecanismos de captación de agua pluvial.

Además, señala que luego de la vida útil de la presa, unos 40 años, éstas se azolvan y pasan a convertirse en un problema ambiental.

EL INFORMADOR/ VIOLETA MELÉNDEZ

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