Según el último reporte del Centro Nacional de Prevención y Control de Enfermedades (CENAPRECE) publicado en Marzo de 2025, los diez años más cálidos en el registro de 175 años han ocurrido durante la última década (2015-2024).El Centro Nacional de Huracanes (NOAA, por sus siglas en inglés) clasificó el 2024 como el año más cálido desde que comenzaron los registros globales en 1850, con una temperatura 1.29 °C superior a la media del siglo XX.Se espera que 2025 esté entre los cinco años más cálidos registrados en la historia (enero de 2025 registró 1.75°C).Tan solo México ha registrado un incremento de muertes por golpe de calor y deshidratación por calor en los últimos 3 años, según información de la carpeta técnica emitida por CENAPRECE en 2024.El calentamiento global, así como otras tendencias de cambio climático, se mantendrán, dados los altos niveles de gases de efecto invernadero que retienen el calor en la atmósfera.De acuerdo con información emitida por la Dirección General de Epidemiología, durante la Temporada de Calor 2023, a nivel nacional se notificaron 4 mil 306 casos y 421 defunciones por daños a la salud por calor:Casos:El 90.0 % (3 mil 865) de los casos notificados, se registraron en los siguientes estados: Nuevo León, Sonora, Tabasco, Sinaloa, Veracruz, Baja California, Jalisco, Coahuila, Tamaulipas, Baja California Sur, Chihuahua y Yucatán.Defunciones: El 89.0 % (374) de las defunciones ocurrieron en los estados: Sonora, Nuevo León, Baja California, Tamaulipas, Veracruz, Baja California Sur, Quintana Roo y Sinaloa.Ante este panorama, y según información de CuídatePlus, nuestro cuerpo es el primero que responde ante los estragos del calor. "Un sinfín de termorreceptores recogen el aumento de temperatura y envían información al hipotálamo, una pequeña zona del cerebro y a la altura de los ojos que se conoce como 'el gran regulador', y que funciona también como termostato":A pesar del gran funcionamiento que tiene el cerebro para hacer trabajar al resto de nuestros órganos vitales en función de regular nuestra temperatura corporal, cuenta con sus propias limitaciones, entre ellas la falta de concentración, de energía, de ánimo, etc.El calor afecta, principalmente, al hipotálamo, que es la parte de nuestro cerebro que cumple funciones muy importantes, entre ellas destacan: regular la temperatura, el hambre, la sed y el sueño, pero también influye en las emociones y el comportamiento.Debido al esfuerzo que realiza el hipotálamo para regular la temperatura —debe mantenerla entre 36-37 grados— y el resto de las funciones importantes, puede saturarse y, por lo tanto, desestabilizar el sistema.Es por ello que nuestro cerebro, en busca de mantenernos vivos y con la mayor estabilidad posible, puede hacer que experimentemos cambios en el estado de ánimo y el comportamiento, así como en el sueño y la saciedad."El hipotálamo se concentra al máximo en cumplir su función de mantener el cuerpo fresco y, si es necesario, saca recursos del lóbulo frontal, el área donde se alojan la flexibilidad cognitiva, la atención, la memoria de trabajo y el razonamiento, por lo que la función cognitiva general también se resiente”, señala María García Galant, jefa del Servicio de Neuropsicología del Hospital HM Nou Delfos.La experta también menciona que el sistema límbico, donde se encuentran las emociones, se ve afectado cuando el cuerpo experimenta los estragos de la exposición a las altas temperaturas: "puede generar inquietud, apatía, mal humor y agresividad. Además, la sobreexcitación del hipotálamo también impide conciliar el sueño y descansar con normalidad".* * * Mantente al día con las noticias, únete a nuestro canal de WhatsApp * * *FF