En México, uno de los documentos más importantes y solicitados para identificarse oficialmente es la credencial para votar emitida por el Instituto Nacional Electoral (INE). Más allá de su función esencial en los comicios —permitiendo la participación en elecciones federales, estatales y municipales—, esta credencial también se utiliza ampliamente como identificación en trámites legales, bancarios y administrativos.La validez y confiabilidad de este documento es fundamental no solo para proteger los datos personales de los ciudadanos, sino también para preservar la legitimidad del proceso democrático. Tal como lo establece el Diario Oficial de la Federación, la credencial está diseñada con múltiples mecanismos de seguridad que incluyen microtextos, códigos de barras y hologramas, los cuales dificultan su falsificación. Presentar una versión falsa puede traer serias consecuencias legales, desde la imposibilidad de completar trámites hasta enfrentar sanciones penales.El INE exhorta a la población a revisar con frecuencia el estado físico de su credencial y a reportar cualquier posible anomalía que detecten. Cuidar este documento y usarlo de manera adecuada ayuda a fortalecer la confianza pública en el sistema electoral mexicano.En 2019, el Instituto Nacional Electoral presentó una versión renovada de la credencial para votar, con mejoras específicas que buscan combatir el uso de documentos falsificados y facilitar su verificación. Esta nueva edición incluye diversos elementos visuales y tecnológicos distribuidos en ambas caras.De los cerca de diez elementos de seguridad integrados en el diseño, cinco destacan por ser fácilmente reconocibles y clave para verificar su autenticidad:Además, se han añadido dos códigos QR bidimensionales que solo pueden ser leídos por una aplicación oficial del INE, lo cual facilita y acelera el proceso de verificación de la credencial.*Mantente al día con las noticias, únete a nuestro canal de WhatsApp. AO