Viernes, 26 de Abril 2024

Un sueño frustrado en el “Rancho Antigobierno”

Los habitantes del asentamiento, ubicado a unos metros del Periférico Oriente, se organizaron entre sí para que nada les faltara… hasta hace poco más de un año

Por: Rubí Bobadilla

EL INFORMADOR/F. Atilano

EL INFORMADOR/F. Atilano

En el “Rancho Antigobierno” mataron a un policía. Este lunes, la lista de agentes asesinados en Jalisco durante 2020 ascendió a ocho. Las autoridades adelantaron que, al menos en esta ocasión, se debió a problemas vecinales.

Ese espacio se encuentra en Tonalá. Es un pequeño asentamiento ubicado a unos metros del Periférico Oriente, del lado contrario a San Gaspar, en donde un núcleo de 50 personas se asentó y, por sus propios medios, desde hace más de una década logró abastecerse de agua y luz. De ahí el apellido.

Ese grupo invirtió y se compró dos transformadores, cableado y lámparas. Luego, con más inversión propia, montó su propio sistema hidráulico. Tanto así que, con “impuestos” pagados por la misma comunidad, arreglaron sus calles y hasta armaron a su propia policía vecinal.

Allí, los vecinos aseguran que las autoridades les “han fallado”, así que se organizaron entre sí para que nada les faltara… hasta hace poco más de un año.

Todo inició cuando la Comisión Federal de Electricidad (CFE) entró y legalizó el servicio. Antonio Fierro, entonces líder del Rancho Autogobierno, comentó que al menos la mitad de los habitantes dejaron de pagar su cuota (80 pesos). En su opinión, eso eventualmente ocurriría con todos. “La legalidad va a terminar pronto con el rancho”, dijo entonces.

Incluso el nombre de la colonia, que así aparece en Google Maps, generó problemas entre los vecinos, pues no habría necesidad de ser reconocidos como “los antigobierno”.

“Don Tony”, como se le conoce en ese sitio, aseguraba que él era el único que daba la cara a la autoridad cuando ésta se acercaba. “El que se pelea con el Ayuntamiento”.

El sueño se vino abajo. Después de la CFE, los insumos que poco a poco se fueron adquiriendo comenzaron a estropearse y ya no había cómo repararlos. Las cámaras de videovigilancia se descompusieron y, tras un año sin crímenes, registraron tres robos. Ni hablar ya de los sueños de un drenaje, de poner plumas de acceso para vigilar que no entraran autos ajenos ni de continuar pagando a sus policías vecinales.

“Sin el apoyo que teníamos, esta va a pasar a ser una colonia más de Tonalá”. Y, como si fuera premonición, ahora no es sólo un espacio con récord de cero crímenes, sino uno en donde un agente de Policía fue baleado por lo que, según las primeras investigaciones, nació de una discusión vecinal.

JM

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