El 19 de septiembre de cada año se ha convertido ya en una fecha que genera temor en los mexicanos. Esta tarde se registró un sismo en Jalisco a las 13:05 horas, como si la tierra tuviese memoria, apenas una hora después de que se llevara a cabo un simulacro a nivel nacional como medida prevención, cuyo propósito fue conmemorar las tragedias de los terremotos acaecidos el 19 de septiembre de 1985 y 2017, respectivamente. Aproximadamente a las 12:19 horas se realizó un simulacro multitudinario en el Centro Histórico de la Ciudad de Guadalajara, sin mayores repercusiones, y en completo orden. Del mismo modo, las televisoras de toda la nación transmitían los respectivos simulacros de sus estados, y las organizaciones de Protección Civil de toda la patria aseguraban que México estaba mejor preparado contra las calamidades de la tierra. Menos de una hora después, ya cuando todo el mundo se encontraba de regreso en sus respectivas rutinas cotidianas, el suelo se removió en apenas unos segundos de desconcierto, como la sacudida de un péndulo.Los tapatíos regresaron a las calles con menos orden que el mostrado durante el simulacro. El Centro Histórico se vio sumido en la incertidumbre e incredulidad de lo recién acontecido: las redes telefónicas cayeron, los helicópteros sobrevolaron la urbe, y los ciudadanos deambulaban en busca de respuestas alrededor de la Catedral, llamaban a sus seres queridos en la Plaza de Armas, temían por las posibles réplicas del sismo en la Plaza de la Liberación. Congregaciones de transeúntes confundidos emergían de las profundidades de la estación Guadalajara Centro de la Línea 3 del Tren Ligero. "Yo estaba trabajando y mi silla comenzó a moverse de un lado a otro, pero dudé si era temblor hasta que vi mi bote de agua y las lámparas moverse", indica Rosa María Reynoso, de 26 años. "Por alguna razón también estoy mareada… salimos todos a la zona segura con protección civil hasta que nos indicaron que entráramos de nuevo. También me puse en contacto con todos mis seres queridos por teléfono".Por su parte, Brenda Buenrostro, de 26 años, se encontraba en una situación más complicada, al trabajar en un edificio de cinco pisos. "Se sintió y se escuchó que las puertas de cristal tronaban... salimos todos y en el último piso se veía como se movían las lámparas y los postes"."Estaba en mi casa y mis perritas lo sintieron primero", comparte Vladimir Monjardin. "Verlas agitadas fue lo que me hizo darme cuenta que se estaba moviendo todo". "Mi hermana y yo estábamos en la sala cuando -mi hermana- se dio cuenta de que estaba temblando", comparte Kassandra Sánchez, de 27 años. "Los objetos se empezaron a mover, y nos fuimos directo al marco de la puerta de mi casa junto con los perritos". "Yo estaba en casa de mis papás, cuando derepente sentí que me mareé, y dije, chance es por lo enfermo", comparte Eduardo Núñez. "Después Mi mamá dijo “está temblando” así que volteé a ver los muebles y se movían de un lado al otro. Salimos y todos los carros se estaban moviendo". El Sismológico Nacional registró un temblor de 6.8 en la escala de Ritcher, cuyo epicentro fue al sur de Coalcomán, en Michoacán. Minutos después, se confirmó que la magnitud verdadera fue 7.4. Los daños no fueron considerables en la zona metropolitana de Guadalajara. El temblor de tierra ocasionó en el desprendimiento de una parte de la cúpula de cantera del antiguo templo de San Agustín: un automóvil que transitaba por la calle Degollado recibió el impacto como un meteorito repentino que de pronto cayó del cielo.En la fachada del templo de la Merced, sobre la Av. Hidalgo, también hubo desprendimiento de cantera en la fachada, que quedó desperdigada por los adoquines. En la Preparatoria n. 5, de la Universidad de Guadalajara, se registraron daños visibles en la estructura e interior del edificio. La casa de estudios declaró la suspensión provisional de clases en todo el estado como medida precautoria ante posibles réplicas sísmicas. Ciudad Guzmán, localizada en un punto delicado en la lógica de la tierra, padeció el temblor con más intensidad a comparación del resto de Jalisco. En Colima, en concreto en Manzanillo, la situación fue más delicada. El movimiento de la tierra ocasionó que el mar se desbordara más allá de las playas de la costa colimense, y que dos personas perdieran la vida. Un hombre murió atrapado entre los escombros de un gimnasio y una mujer falleció tras caerle una barda encima en la fachada de una tienda departamental. Se confirmó que la réplica del sismo aconteció en la madrugada del 20 de septiembre, con una intensidad de 5.9, y cuyo epicentro fue Tecomán, en Colima. No se registraron consecuencias mayores en Jalisco. FS
