En los últimos cinco años las muertes ocasionadas con algún arma de fuego incrementaron en 62%, de acuerdo con estadísticas del Instituto Jalisciense de Ciencias Forenses (IJCF).Mientras de enero a diciembre de 2016 se reportaron 793 fallecimientos cuyas autopsias determinaron que habían sido causadas por proyectil de arma de fuego, en el mismo periodo de 2020 se reportaron mil 287.Si bien en México hay fuertes restricciones para la adquisición de armas por la vía legal, desde hace varios años nuestro país enfrenta la problemática de la entrada sin medida de más de 560 armas ilegales diarias (provenientes principalmente de Estados Unidos) que generalmente terminan en manos del crimen organizado, situación que las autoridades no han podido controlar, explicó la directora de la organización nacional Causa en Común, María Elena Morera.La directora recordó que de acuerdo con lo presentado en septiembre 2019 por la Secretaría de Relaciones Exteriores en la reunión bilateral con Estados Unidos, el 70% de los delitos cometidos con algún arma de fuego se llevaron a cabo con armas provenientes de ese país y que en los últimos 10 años habrían ingresado a México 2.5 millones de armas.Morera añadió que las acciones llevadas a cabo por ambas naciones han tenido nulos resultados “que agravan la situación de violencia que se se vive en México, por lo cual se debe avanzar hacia una agenda realista, alejada de las falsas expectativas”, y aunque no se debe de interferir con la legislación estadounidense, los controles de adquisición y distribución de armas deberían ser firmes y claros, añadió durante su participación en el foro virtual “Tráfico de Armas Estados Unidos - México”.Por su parte, el director de investigación en el Centro para el Progreso Estadounidense, Eugenio Weigend, dio a conocer que el 70.4% de las armas recuperadas en México durante 2018 provenían de Estados Unidos, según estadísticas de la Agencia de Alcohol, Tabaco, Armas de Fuego y Explosivos de Estados Unidos.Del resto, añadió, no se conoce a ciencia cierta de dónde llegaron, aunque se presume que corresponden a las armas provenientes de Centroamérica y a las que son robadas en nuestro país debido a las bajas condiciones de seguridad que existen en las armerías legales.El investigador dijo también que a partir de 2008 se disparó la producción de armas en Estados Unidos, especialmente de rifles y pistolas de alto calibre “preferidas por los integrantes del crimen organizado”, lo cual coincide con el incremento de homicidios en México, que de acuerdo con el Inegi, pasó de 8.1 homicidios por cada 100 mil habitantes en 2007 a 12.6 homicidios (por cada 100 mil habitantes) en 2008.Entre las acciones que dijo, pueden contener el tráfico de armas ilegales se encuentran, por parte de Estados Unidos, la prohibición de libre venta de armas de asalto, la revisión de antecedentes en todos los puntos de venta y compartir mejor información sobre la producción y distribución de sus armas.En México, apuntó, deben mejorarse los protocolos de distribución de armas entre las corporaciones policiales, la aplicación de tecnología en fronteras y aduanas que impida el paso de armamento ilegal en nuestro país y la creación de su propia Agencia de Alcohol, Tabaco, Armas de Fuego y Explosivos para llevar un control de manera efectiva.Entre 2006 y hasta agosto de 2017, las corporaciones de Seguridad Pública en Jalisco han reportado el robo o extravío de 793 armas de fuego, lo que coloca a esta Entidad en cuarto lugar a nivel nacional, de acuerdo con información de la Secretaría de la Defensa Nacional.NR
