Es hora pico en el cruce de Jesús García con Mariano de la Bárcena y una larga hilera de coches se acumula a lo largo de ambas calles.Una ambulancia con las sirenas encendidas se abre paso hacia avenida Federalismo con dificultad. Minutos después, un coche trata de girar hacia la izquierda para dirigirse al Centro Histórico, pero las obras que se desarrollan en Mariano de la Bárcena se lo impiden y queda estancado en la avenida por un minuto, en lo que logra dar reversa y cambiar de carril para regresar por donde llegó. Se disculpa con el elemento de la Policía Vial que trata de controlar el tráfico, alegando que no sabía que la calle estaba cerrada y que no vio el letrero que desde un poste advierte sobre las obras.“Siempre se junta tráfico aquí, pero ahora que regresaron las escuelas y con la obra, pues sí hay más amontonamiento”, comenta Fernando Martínez, quien trabaja en un taller a unos metros del cruce.Mientras tanto, Jorge Isaac, vecino de la calle Mariano de la Bárcena, ve con buenos ojos las obras que la Secretaría de Infraestructura y Obra Pública lleva a cabo en distintos puntos del Centro Histórico desde el martes. Comentó que el concreto de la calle había sufrido afectaciones serias debido al constante paso del Transporte Público que en años anteriores circulaba por lo que hoy es el Paseo Alcalde. Pese al ruido de la maquinaria frente a su casa, afirma que la calle ahora es más silenciosa sin tráfico.“Como está Federalismo aquí cerca, todos los coches se van para allá y es lo que está absorbiendo la carga, entonces aquí está muy tranquilo”, dice.Por otro lado, comerciantes de la calle Juan Manuel, donde también se hacen trabajos, temen que el cierre de las calles afecte sus negocios. Tal es el caso de José Enrique Azpeitia, propietario de un negocio de artículos religiosos, quien espera que la obra no es extienda más allá de los 170 días que prometieron las autoridades.LS
