Jueves, 28 de Marzo 2024

La SEJ registra más casos de 'bullying'

En lo que va de 2017 se han documentado 105 casos de violencia entre alumnos; en 2016 fueron 84
 

Por: El Informador

Los profesores han sido capacitados para detectar los cambios en el comportamiento que pueden ser señales de acoso escolar. EL INFORMADOR/Archivo

Los profesores han sido capacitados para detectar los cambios en el comportamiento que pueden ser señales de acoso escolar. EL INFORMADOR/Archivo

Cada año, la Secretaría de Educación en Jalisco (SEJ) atiende un promedio de 400 reportes de acoso escolar o bullying, por hechos que se presentan en instituciones de educación básica: primarias y secundarias, principalmente. Sin embargo, en los últimos cuatros años, sólo una cuarta parte ha sido catalogada como casos “de violencia entre iguales”, es decir, entre alumnos. 

La directora de Psicopedagogía, Consuelo Segovia Reynoso, informa que en 2016 se reportaron 486 casos, pero tras la atención brindada a los menores, se concluyó que en sólo 84 se presentó una conducta de violencia reiterada entre los estudiantes. El problema es que, ante la estrategia implementada en la actual administración para prevenir, atender y disminuir los casos de bullying, éstos han aumentado en lo que va de 2017 respecto al año anterior, con 105 casos registrados entre enero y septiembre pasados. 
 
La funcionaria subraya que se debe tomar en cuenta que hay un cambio en la sociedad, la cual ha mejorado en la cultura de la denuncia. “Antes, muchos padres o muchas personas no denunciaban; ahora sí”.

Agrega que, a través del programa Suma por la Paz, se ha fortalecido el tema de la prevención, al brindar capacitaciones a docentes para que detecten y reporten los cambios que se presentan en la convivencia diaria entre los alumnos y que pudieran derivar en acoso escolar. Además, se brindan talleres en los que también se incluyen a padres de familia y alumnos para generar conciencia sobre este tema. Y siempre, ante una denuncia, se realiza una intervención para dar acompañamiento y apoyo a los involucrados. 

La maestra Gabriela Orozco, profesora del departamento de Clínicas de Salud Mental de la Universidad de Guadalajara, comenta que se debe realizar un diagnóstico adecuado de cada caso y conocer así la tendencia real del problema del bullying en Jalisco, “para saber si las estrategias de medición que se están utilizando, realmente nos están hablando de acoso o del problema”. 

Tras la reforma educativa, Víctor Manuel Sandoval Aranda, coordinador de Educación Básica en Jalisco, afirma que los directores y maestros saben detectar si un alumno requiere atención específica, ya sea por dificultades de aprendizaje o porque han desarrollado una gran capacidad intelectual. También destaca que se pueden identificar a los niños con algún trastorno de déficit de atención o hiperactividad, incluso si sufren de acoso escolar.

A un mes de iniciado el periodo de clases, suman ya 50 expedientes de niños que requieren atención. EL INFORMADOR/Archivo

Glodualdo, un ejemplo del bullying

A Glodualdo Martínez le costó caro el nombre. Su padre nunca imaginó la serie de problemas que esa decisión tomada en el Registro Civil le iba a traer a su pequeño, especialmente una vez que entró a la escuela. Porque desde que el profesor nombró lista por primera vez, el sonido de su nombre despertó sonoras carcajadas en el aula entera. Y la historia se repitió cada día de clases.

No sólo era fastidiado por alumnos; los mismos profesores animaban a los otros niños para que se rieran de él. “Me hacían repetir mi nombre de pie para que todos se dieran cuenta (…) Tuve que ser fuerte y abrirme paso en contra de los que me molestaban”.

Patadas, risas, burlas. Glodualdo soportó de todo. Hoy vive en los Estados Unidos y, con la experiencia adquirida por las burlas hacia su nombre, decidió pensar con serenidad los que elegiría para sus hijos. “Les di vueltas y vueltas a ver si encontraba algo”.

Desde que Glodualdo era un niño, y hasta hoy, las situaciones de acoso escolar son una realidad que niños, padres de familia y autoridades educativas tratan todos los días. Pero para mejorar sus resultados, la Secretaría de Educación Jalisco habilitó un grupo de psicopedagogía que consta de 350 psicólogos y trabajadores sociales, y que atiende 400 denuncias de acoso escolar en cada ciclo.

Consuelo Segovia, directora de ese grupo, expone que a un mes de iniciado el periodo de clases, suman ya 50 expedientes de niños que requieren atención. Porque no sólo las víctimas de acoso reciben tratamiento, sino los potenciales abusadores y los padres de familia. “Es ubicar a los niños en la sana convivencia; en la armonía que debe existir en relacionarse con sus compañeros”.

Trabajadores sociales y psicólogos atienden cada caso por separado y le dedican un promedio de dos a tres meses para su tratamiento. Si la actitud permanece y no hay cambios, los niños de nuevo son evaluados por los profesionales. Esto ha permitido confirmar casos de Trastorno por Déficit de Atención o Hiperactividad. 

“Tenemos algunos equipos que, de manera presencial, están acompañando el proceso en algunas de las escuelas. Aquí en zona metropolitana y municipios vecinos tenemos equipos que están atendiendo 28 primarias y 27 secundarias. Además, hay 25 delegaciones regionales”.

De acuerdo con la directora de Psicopedagogía, Jalisco es el único Estado que cuenta con un área así para detectar y atender las situaciones de acoso. 

Consuelo Segovia cree que el acoso escolar sí puede erradicarse, pero para ello es necesario que se involucre a la familia, que también debe recibir apoyo psicopedagógico. Es por eso que la Secretaría habilitó grupos de terapia entre semana, después de las 18:00 horas, y los sábados. Esto para facilitar espacios a los padres de familia después de su horario laboral. Los grupos crecieron al doble, afirma, desde que se tomó esa decisión. 

El equipo atiende casos cuando éstos le son requeridos, ya sea por las autoridades educativas (director, supervisor o jefe de sector) o por los padres de familia. “Nuestro trabajo se circunscribe en atender conducta y aprendizaje. Si hay otra situación también la podemos atender”.

VOCES

Los petardos en la mochila…

Yunuen quiso concluir sus estudios en comunicación. No logró hacerlo. 

Abandonó la escuela el mismo día en que iba a presentar sus exámenes para pasar al sexto semestre de su carrera técnica. Al hacerlo también abandonó su trabajo, pues era el mismo lugar. 

Simplemente se hartó. Dos años y medio de recoger la comida que le tiraban sus compañeros de clase, de aguantar las burlas que hacían acerca de su complexión y de padecer la desatención de los profesores, acabó con su paciencia. 

Sus “compañeros” de clase habían comprado polvos pica pica, laxantes y petardos. Todo iba a ser usado en su contra. 

Durante toda su vida padeció de acoso escolar. Un recuerdo que bloqueó, y que recientemente le reveló su mamá, es que desde la primaria había un par de compañeras que le cobraban para sentarse junto con ellas. 

La secundaria y la preparatoria tampoco fueron fáciles, pues le arrojaban palos de escoba simulando arpones. “Soy una persona robusta y (la burla) se presta mucho. Me decían que eran arpones para cazar ballenas”. Y, sin embargo, logró terminar. 

Pero cuando una de sus pocas amigas le llamó para advertirle que no se presentara a realizar los exámenes para pasar al sexto semestre, lo entendió. Sus “compañeros” de clase habían comprado polvos pica pica, laxantes y petardos. Todo iba a ser usado en su contra. 

“Me decían que era la soplona. Que yo iba y le decía a la directora o a los profesores lo que hablaban en el salón. Fue un hartazgo porque nadie me ayudaba y nadie hacía nada y yo me vencí”.

Entonces, Yunuen tenía 20 años. Hoy tiene 28. Y recuerda con dolor cómo tuvo que pedir ayuda a su madre para que abogara por ella ante autoridades educativas que jamás la tomaron en cuenta. 

El diálogo entre su madre y la directora fue insustancial. La académica le pidió que la animara a defenderse. El colmo, entonces, sería que la agresión comenzara a ser física, y un petardo en su mochila alcanzaría ese nivel. Renunció. Y con ello, al futuro que buscaba.

Ahora, Yunuen estudia en línea. Recuerda cuando rogaba que no le pidieran trabajo en equipo, y alcanza cierta satisfacción en su nuevo modelo de enseñanza, pero para hablar de su historia, la joven estudiante requirió valor y, sobre todo, una serie de sesiones con el psicólogo que le han ayudado a mantenerse en pie.

“Por eso quiero que mi caso se oiga, para que quienes viven lo mismo busquen apoyo y alguien dé también apoyo a los acosadores. Está muy mal que, por ejemplo, yo estoy estudiando algo que no es lo mío. Y así como yo no terminé, después me enteré que tampoco lo hicieron los que me agredían en el salón. ¿De qué sirvió entonces que me sacaran si ni ellos terminaron?”. 

CONTACTO

Pida ayuda

Si usted cree que su hijo es víctima de acoso escolar o que es un potencial abusador, puede solicitar apoyo del grupo psicopedagógico de la Secretaría de Educación ante los profesores y directivos, quienes tienen la obligación de dar seguimiento al caso. 

De igual forma, puede acudir directamente a realizar su petición en la Dirección de Psicopedagogía, ubicada en los cruces de las calles Miguel Blanco y Donato Guerra, en el Centro de Guadalajara. Allí es donde se reciben y atienden todos los casos que se exponen directamente desde las escuelas.

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