En contradicción con su propio secretario de Estado y otros altos funcionarios, el presidente Donald Trump sugirió sin evidencias que China —y no Rusia— podría estar detrás del reciente ciberataque masivo contra Estados Unidos (EU) y trató de minimizar su impacto.En sus primeros comentarios sobre la intrusión, Trump se burló del enfoque en el Kremlin y restó importancia al ataque, días después que la agencia de ciberseguridad de EU advirtió que representa un riesgo “grave” para el Gobierno y las redes privadas.El secretario de Estado, Mike Pompeo, dijo el viernes que estaba “bastante clara” la autoría rusa del ciberataque más grave contra EU del que se tenga conocimiento.Lo extraordinario de este hackeo es su magnitud: entre marzo y junio 18 mil entidades fueron infectadas con un código que ingresó a través de un popular software de administración de redes de la empresa SolarWinds, con sede en Austin, Texas.
