Mientras este fin de semana trascendía un diagnóstico que en breve dará a conocer el Comité Ejecutivo Nacional del PRI en el que atribuyen a la corrupción y al mal Gobierno de Enrique Peña Nieto la peor derrota electoral que sufrió ese partido el pasado 1 de Julio, el PRI Jalisco hacía lo propio al realizar la Asamblea de Conclusiones de los Foros de Diagnóstico, Análisis y Propuesta en el que presentaron los resultados de una consulta realizada entre su militancia.Lo que se recabó es una muestra clara de la debilidad y franco declive en el que se encuentra la que fue la primera fuerza política hasta 1995 en Jalisco, y que se empezó a recuperar de nuevo en las elecciones de 2009 y 2012. La confianza ciudadana recobrada se dilapidó y así inició una nueva caída que se expresó en la contienda política del 2015 y que desembocó en su mayor debacle electoral el 1 de julio pasado que prácticamente lo borró del mapa político electoral estatal por la emergencia del partido Movimiento Ciudadano y Morena.De un padrón de más de 300 mil militantes priistas, 4 mil 714 respondieron el cuestionario de la consulta en el 90% de los municipios del Estado. En el 10% restante nadie contestó.Esa baja participación es fiel reflejo de lo que obtuvo el PRI en votos el 1 de julio y que lo relegaron a ser la cuarta fuerza política estatal, con apenas el 13% de los votos en Guadalajara y 11% en Zapopan, y con una votación municipal promedio de 16 por ciento.Los y las priistas que contestaron, coincidieron con el diagnóstico nacional en el sentido que la corrupción de funcionarios del Gobierno priista estatal fue la principal causa de la derrota y que su partido no recuperará la credibilidad hasta expulsarlos y castigarlos. Reprobaron además los servicios de seguridad, salud y educación.A la asamblea acudieron alrededor de 300 priistas que durante más de cinco horas hicieron catarsis por la derrota. Hubo quien criticó y defendió a su correligionario el gobernador Aristóteles Sandoval, quien no acudió a la reunión.Lo cierto es que ese esfuerzo que realizó en los últimos meses la dirigencia estatal poco servirá para detener las salidas de militantes y ex dirigentes como la de Héctor Pizano, en cuya expulsión también insistieron algunos asambleístas. Por ejemplo, el líder del Movimiento Territorial en Jalisco, Rubén Vázquez, quien cuestionó al gobernador por haber puesto a Pizano al frente del PRI y reiteró esa crítica el sábado pasado, anunciará esta semana su renuncia al PRI.Y así vendrán otras muchas por priistas que cederán a las invitaciones de Morena a partir del 1 de diciembre, como parte de la estrategia de Andrés Manuel López Obrador de desmantelar al PRI en el país como lo hizo en la Ciudad de México. Y a partir del 6 de diciembre que muchos priistas busquen acomodo en el Gobierno y la causa alfarista.Habrá que esperar hasta entonces para saber quién se queda a tratar de recuperar a un PRI que quedará en huesos.
