Inefable: Adjetivo (cosa) Que no puede ser dicho o explicado o descrito, generalmente por tener cualidades excelsas. Con esta definición se engloba este magnífico restaurante de influencia yucateca que hace siete años abrió Claudia, quien se aventuró a tener el mejor lugar, con las recetas más originales, pero con clase y novedosas.Y es que su paso por su antigua chamba, banquetera de corazón, le hizo reflexionar y para estar con la atención directa al cliente y no solo confeccionando su cocina para eventos. Ahora el evento ¡somos nosotros!Ya había pasado algunas veces sin suerte, pero sin saber y recordando, debió haber sido en domingo, que es el día que descansan. Pero claro, ni modo que se me fuera vivo el antojo, que por varios amigos ya me había llegado la recomendación.Iniciamos, en familia claro, con unos rollos vietnamitas ($124). Los pedimos de puro antojo, porque íbamos tras la pizza pero… Estos rollos son confeccionados en hoja de arroz, rellenos de lechuga, cebollín, pepino, zanahoria y camarón. Vienen seis medias piezas y se acompañan con dos salsitas de lo más buenas: Una de soya con jengibre Lily y otra de cacahuate, que es mi favorita. El día era caluroso y esta entrada fue de lo más fresca y rica para iniciar la jornada.Seguimos con una pizza spicy Lucas ($219) de lo más original y con sabores que realzaban la calidad de los ingredientes a cada bocado. El pato es adobado con chiles secos y tequila. Se cocina y se desmenuza obteniendo un producto aromático de gran sabor. De costra delgada, crujiente y un tamaño más bien mediano; la pizza es cocinada en horno de leña, que le da ese toque diferente y, además de la salsa de tomate, queso mozzarella y pato, lleva pera en rebanadas finas y cacahuates troceados, que le da una capa diferente de textura.Seguimos en el tobogán cuando llegó un calzone #2 ($189) como saben, el calzone es esta pizza cerrada, a manera de una gran empanada, digamos. La preparan con hongo portobello en rodajas finas, cebolla morada, tomates deshidratados, selva negra y aceitunas. A diferencia de otros lugares, no llegó inflada como globo, lo que en mi pensar hace más difícil partirlo, era más bien algo compacta pero llena de ingredientes que al presionarla, se puede sentir el sabor del queso, y todas las texturas que capa por capa hacen de este plato un festín.Después supe, ya tarde, que la cochinita, como buena yucateca, la sirven en pizza y pronto volveré por ella. A ésta no le ponen salsa de tomate en su base, sino pesto. Que parece una locura pero que me convenció para volver pronto por ella.¡Sé feliz!ASISTE