Miércoles, 22 de Mayo 2024

La pareja de "Yo soy Betty, la fea" que terminó en divorcio real en plenas grabaciones

La telenovela colombiana tuvo tanto éxito que fue acreedora a un premio Guiness en 2010, pero las cosas en el set de grabación no fueron cómodas del todo

Por: SUN .

Detrás del melodrama protagonizado por Ana María Orozco y Enrique Abello existieron hostilidades que superaron a la ficción. ESPECIAL

Detrás del melodrama protagonizado por Ana María Orozco y Enrique Abello existieron hostilidades que superaron a la ficción. ESPECIAL

"Yo soy Betty, la fea" es la telenovela que ha sido más vista alrededor del mundo en la historia, pues a más de 22 años de su estreno, este melodrama colombiano sigue siendo retransmitida y adaptada en diferentes idiomas.

Su gran éxito se debe a la historia de Beatriz Pinzón Solano, una mujer profesional y de buenos sentimientos que debe hacer frente a las burlas y críticas de su entorno, así como al engaño de su jefe Armando Mendoza, de quien está enamorada, pero ¿qué era lo que ocurría en la vida personal de la actriz fuera de los sets?

No es una sorpresa el éxito que provocó el estreno de "Yo soy Betty, la fea", en 1999, pues a partir de que la producción de Mario Ribero llegó a la pantalla chica ha llegado a 180 países y fue 30 veces adaptada, lo que le ha valido para ser acreedora del Récord Guinness en 2010, por ser considerada la telenovela más exitosa de la historia de la televisión.

Yo soy Betty, la fea, fue protagonizada por Ana María Orozco en el papel de Betty y por Enrique Abello en el papel deArmando Mendoza. ESPECIAL

Este éxito, además, llevó al elenco a ganarse el reconocimiento del público por sus excelentes interpretaciones, sobre todo de los protagonistas del melodrama, Ana María Orozco y Jorge Enrique Abello, que dieron vida a Beatriz Pinzón y Armando Mendoza, respectivamente, pero aunque este significó un momento clave dentro de sus carreras, en su vida sentimental las cosas eran muy distintas, al menos para Ana María que, mientras grababa la telenovela se enfrentaba también a su proceso de divorcio.

Un año antes de que Ana María Orozco fuera elegida para protagonizar la telenovela, contrajo matrimonio con el también actor Julián Arango, quien al igual que ella, formó parte del elenco del exitoso melodrama, en donde dio vida al diseñador Hugo Lombardi.

Ana María Orozco y Julián Arango se unieron en matrimonio en 1999, y compartieron set en repetidas ocasiones. ESPECIAL

En la historia escrita por Fernando Gaitán, Hugo tiene una actitud muy despectiva con “Betty”, ya que piensa que la imagen de la experta en finanzas no es compatible con "Ecomoda", una empresa de confección de ropa a la última moda.

Ana María y Julián se conocieron cuatro años antes, cuando grabaron juntos la telenovela "Tiempos difíciles" (1995), pero no fue sino hasta 1998, cuando se reencontraron en los sets de grabación, cuando filmaban "Perro amor". Fue así como los actores iniciaron una relación sentimental y se casaron poco tiempo después.

Un año después, ambos formaron parte del reparto del mencionado melodrama, pero en ese tiempo comenzaron los problemas de la pareja, razón por la cual tomaron la decisión de divorciarse tan sólo seis meses más tarde haberse casado. Esta situación originó tensiones dentro del set de grabación de “Yo soy Betty, la fea”, ya no sólo entre la expareja, sino también con sus compañeros de reparto que percibían los momentos incómodos que atravesaban cuando debían de filmar juntos una escena.

Una de las actrices que llegó a ser testigo de estos tensos momentos y lo compartió de manera pública en una entrevista para TV Azteca, fue Dora Cadavid, quien interpretó a Inesita. La actriz recordó que Julián Arango solicitó el menor número posible de tomas en las que tuviera que interactuar con Ana María Orozco, mientras que ella se encontraba muy nerviosa cuando el personaje de Hugo Lombardi tenía que insultarla como parte de la historia, pues tenía la impresión de que los insultos atravesaban la barrera de lo ficticio, pues al terminar de grabar ciertas escenas ella comenzaba a llorar.

No obstante, años después Julián Arango aseguró que eso no había ocurrido, pues era un actor profesional que podía distinguir y separar entra la vida real y la ficción.

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