Estar frente a las cámaras no siempre resulta una experiencia grata, en especial, cuando se está en condiciones de precariedad y aislamiento. Desde su entrada a “Resistiré”, el actor chileno, Ariel Levy ha conocido la otra cara de la fama cuando se acepta enfrentar un reto que tras pantalla no ofrece glamour ni privilegios.Por primera vez, Ariel aceptó participar en uno de los reality shows más atractivos de América Latina: “Resistiré”, proyecto impulsado por los productores Mega (Chile), MTV y TV Azteca (México), en donde un grupo de famosos son llevados al límite para superar pruebas físicas y de convivencia para poder obtener servicios básicos para su estancia en la Cordillera de Los Andes.“Ha sido una experiencia dura para probarme cosas a mí mismo con las mejores enseñanzas. Imaginaba que esto sería más ligero de cierta forma, que tendríamos la emotividad para poder comer más, asearnos, estar algo cómodos... pero al pasar de los días todos caemos en cuenta que no es así, empiezan a surgir roces con tus compañeros”.El artista señala que si bien este proyecto le ha catapultado a una fama más internacional y mediática al ser uno de los programas actuales con mayor índice de audiencia -bajo la conducción de Facundo y Diana Bolocco- también exhibe la desesperación que un famoso o deportista puede experimentar al estar en cautiverio y bajo la mira de televidentes de toda Latinoamérica, España y Portugal.“Creo que lo más difícil siempre ha sido el lidiar con el hambre, que realmente hay muy escasa comida y eso te afecta bastante hasta en la salud, eso ha sido lo más duro (…) esto es algo totalmente distinto a lo que me había tocado hacer en mi carrera, nunca había vivido 24 horas con una cámara al lado, cuando estás en otro proyecto sabes que estás como actor con un cierto personaje con el que te escudas ante la cámara, pero acá puede ser bastante chocante cuando estás en un momento complicado. Es algo extraño, compartes todo lo que haces con el público, no puedes distanciarte y eso es difícil”.Aunque Ariel Levy comparte esta experiencia -desde marzo cuando comenzó transmisiones- con muchos paisanos, la convivencia entre otros participantes procedentes de México, Argentina, Colombia, España y Uruguay, se ha convertido en el principal reto, ya que entre todos deben ponerse de acuerdo para saber cómo gastar el dinero que tienen para poder comer y acceder a servicios básicos y no caer en riesgo de eliminación en una batalla de habilidades y resistencias físicas.“Es lo bueno, el compartir y aprender de otras culturas y formas de mirar la vida y las relaciones, pero eso también provoca roces. Aunque todos hablamos el mismo idioma, llegamos a tener modismos muy distintos y eso detona que no te entiendas en ciertas ocasiones u ocurrieran malos entendidos, pero esto es una experiencia totalmente rica”.Ariel Levy destaca que tras finalizar “Resistiré”, tiene en mente proyectos en cine y televisión en nuestro país.
