Fue el primero en un Clásico Tapatío para Jesús Molina ante el Atlas, se lo había imaginado pero cuando cayó en la realidad el gol, le ganó la emoción, no supo cómo celebrarlo porque el ambiente lo envolvió, corrió y al final sacó toda la presión retenida gritando, abrazando a sus compañeros.Destacó Molina la conexión que tuvo su equipo en todas las líneas, la lealtad para recuperar el esférico, las ganas de atacar en todo momento y que todos juntos pusieron su granito de arena para que cayeran dos goles, con los que se ligaron tres triunfos de manera consecutiva.“Es una emoción muy grande. Se te vienen muchas cosas a la cabeza, no sabes ni de qué manera festejar. Tenemos que ir paso a paso, sacar todos los puntos posibles en nuestra casa, nuestra gente, se viene un duelo importante en casa y no volvernos locos, simplemente se ganaron tres puntos”.Espera el capitán que dentro de la evolución que han mostrado, pronto también afinen la puntería porque sufrieron demás, ya que bien pudieron marcar el tercero y haber liquidado el encuentro en otro momento, porque terminaron con el rival encima buscando el tanto del empate.AC
