El choque con la cabeza que tuvo Jair Pereira con Oribe Peralta, fue duro, por un momento en las tomas de televisión parecía que tenía la mirada perdida, pero conforme pasaron los minutos, el "Comandante" de la zaga rojiblanca se sintió en forma y regresó al campo para seguir defendiendo la casaca del chiverío.Pereira es un jugador toda entrega, de garra, su actitud jamás está en tela de juicio y no quiso salir del partido, porque solamente pensó en una cosa: ganarle el Clásico nacional al acérrimo rival, América."Nunca sabes lo que puede pasar, sentí el golpe duro pero sabía que podía seguir porque no quería salir del partido, íbamos ganando 1-0 y le aseguré al doctor que estaba consciente de dónde estaba y le respondí las preguntas de rutina, a veces los partidos son muy calientes y nadie quiere salir, no sé si haya estado bien o mal, pero pudimos rescatar un punto para el equipo".Al final América terminó empatando, tuvo la posibilidad de ganarlo pero apareció la figura de Raúl Gudiño para atajarle el penal a Andrés Uribe, en la última jugada el partido. Las circunstancias así se dieron, por lo que el empate fue muy bueno, siempre y cuando se haga efectivo ganarle a Pumas el próximo fin de semana."Es un resultado positivo porque siempre sumar y más de visita siempre es bueno, hay que ver qué le faltó al equipo para poder tener más el balón, que era algo que veníamos haciendo en partidos pasados, pero rescato la actitud de cada uno y lo único que puedo hacer es aplaudirle a mis compañeros porque siempre se matan en la cancha".A Pereira le gusta la forma de trabajar que tiene Cardozo, porque se adecúa a las circunstancias o problemática que ofrece el rival."Pepe (Cardozo) plantea los partidos como cree que van a ser y Chivas es un equipo muy funcional que puede jugar con línea de cuatro o de cinco y sabe cuándo debe de hacerlo".JM
