Los participantes en el Giro de Italia desembarcaron ayer en Catania, Sicilia, procedentes de Israel, donde la carrera hizo historia al organizar por primera vez la salida desde fuera del territorio europeo.Procedentes de Eilat, a orillas del Mar Rojo, donde concluyó el domingo la tercera de las etapas organizadas en territorio israelí, cuatro vuelos chárter aterrizaron, con un intervalo de un cuarto de hora entre cada uno de ellos, en el aeropuerto de Catania, con un cielo despejado y una temperatura primaveral (21 grados), inferior a la que dejaron en Israel.Los ciclistas, que en su mayoría tuvieron que madrugar, tuvieron todo el día de ayer para descansar y recuperarse del cansancio de los tres primeros días de carrera y del largo vuelo (tres horas y media), antes de reanudar la competencia hoy, con una etapa entre Catania y Castelgirone y 198 kilómetros de recorrido ondulado.La meta estará situada en el Centro Histórico de Castelgirone, una ciudad siciliana de construcciones barrocas, clasificada en el Patrimonio Mundial de la UNESCO desde 1992.El australiano Rohan Dennis lidera la carrera desde la etapa del sábado, con llegada en Tel Aviv, en la que venció en el sprint el italiano Elia Viviani, que lleva dos etapas ganadas.Además de la de hoy, hay programadas otras dos jornadas en Sicilia: mañana los corredores recorrerán 153 km entre Agrigente y Santa Ninfa, y el jueves se disputará la primera etapa con final en alto, de 164 km entre Caltanissetta y el Etna.
