Nacido en Durango, pero formado como aspirante a matador de toros en Aguascalientes, Eduardo Neyra se ha convertido en un novillero que ha comenzado a labrar su camino con grandes actuaciones en el ruedo. El joven, surgido de la Academia de Espectáculos Taurinos de México, aseguró que llega a Guadalajara con toda la intención de ganarse la admiración y el respeto de la exigente afición tapatía.Neyra forma parte de la tercia de novilleros que partirá plaza en la Nuevo Progreso mañana, en el tercer festejo de la temporada en el coso tapatío.“Una de las cosas fundamentales para los novilleros es la actitud, las ganas que pongamos. Así como la gente es exigente en Guadalajara, sé que también es sensible y al momento de que te esfuerzas, ya sea novillo bueno o malo, ellos lo sabrán reconocer, así que es una afición que sabe sobre el tema, que conoce cuando te estás poniendo en la línea de fuego y ellos te lo agradecen”.El duranguense se dijo emocionado por pisar el albero de una de las plazas más importantes de México, ya que el compromiso de mañana puede ser trascendental en su carrera.“Me siento contento y emocionado porque este es un compromiso muy fuerte, de esos que esperamos todos los novilleros. El festejo me hace sentir responsabilizado por todo lo que significa la plaza y la afición, pero también vengo ilusionado por torear en una de las plazas más importantes”.Eduardo Neyra compartirá el ruedo con el queretano Juan Pedro Llaguno y el guanajuatense Juan Silveti, quienes lidiarán un lote de seis astados de las ganaderías de San Francisco de Asís y de Marco Garfias, en un festejo que comenzará en punto de las 17:00 horas.
