“¡Todos listos vamos a hacer la ola! ¡1, 2, 3!” Las banderas rojinegras ondeaban a lo alto a un costado de la Glorieta de los Niños Héroes, iluminadas por la luz de la pantalla instalada sobre el camellón de Chapultepec para que los aficionados pudieran disfrutar del partido a disputarse entre el Atlas vs León.Desde antes de las 18:00 horas decenas de familias, grupos de amigos y amigas, chicos y grandes comenzaron a llegar a la Glorieta, hasta que comenzaron a ser centenas y luego miles, según los iban contando las autoridades tapatías. Hacia las 20:00 horas el rojo y el negro tapizaba las inmediaciones de la pantalla.Desde hace cuatro años Alejandra, originaria de Medellín, Colombia, se enamoró del Atlas a la par que lo hizo su hoy esposo, Jorge. Juntos llevaron hoy a sus dos hijas a ver el partido a este punto de la ciudad.“Mi esposo es un hincha del Atlas y yo obviamente lo apoyo, pero la verdad es un sentimiento muy bonito que se vive, como se dice en las porras, en el corazón. Aparte pues soy colombiana y pues llevo el fútbol en la sangre. Estar en esta final es una sensación muy emocionante”, dijo Alejandra con su bebé en brazos.“La pasión por el Atlas se vive, hay que sentirla como familia. Estando la final aquí en Jalisco teníamos que vivirla, tenemos que ser campeones porque ya nos toca, vamos a ganar”, expresó por su parte Jorge.Alfredo Ochoa por su parte llegó solo desde Unión de Tula luego de tres horas de camino. El no haber conseguido boletos para ver al Atlas en el Jalisco no lo detuvo para venir a la metrópoli a sentir la pasión por su equipo rodeado de otros fanáticos que como él, esperaron 22 años para ver a su equipo en la final, aunque algunos más jóvenes ni siquiera lo habían imaginado.“En el '99' yo estaba en la primaria, un maestro tenía el club deportivo del Atlas en mi pueblo y jugábamos fuera contra otras escuelas. En mi familia todos eran 'Chivas' y desde pequeño me compraban sus uniformes, pero al yo jugar en el Atlas y vivir esa pasión decidí ser del Atlas sin el apoyo de nadie de mi familia. Es un camino que he emprendido solo y para muestra está hoy. Todos queremos el títuloy seguramente hoy se va a dar”, contó el joven.Si el Atlas gana este domingo, añadió, mañana los atlistas no se presentarán a trabajar.Cervezas y tequilas pasaban de mano en mano previo al comienzo del partido, alistándose a ser consumidos a la par del desarrollo del juego.Habiendo escuchado el silbatazo los rostros de los asistentes se llenaron de esperanza de ver a su Atlas campeón luego de haber esperado por años este momento. AC
