Viernes, 10 de Octubre 2025
México | La industria es casi inexistente en el país

México está ''en pañales'' en reciclaje de aluminio

Pese a ser un material más manipulable que los envases de plástico desechables PET, sólo reutilizan 50% del residuo

Por: SUN

Aspecto de una fábrica de reciclado, donde se separan distintos productos que son utilizados en esta industria. EL UNIVERSAL  /

Aspecto de una fábrica de reciclado, donde se separan distintos productos que son utilizados en esta industria. EL UNIVERSAL /

CIUDAD DE MÉXICO (07/DIC/2011).- La industria del reciclaje del aluminio en México es casi inexistente si la comparamos con otras naciones principalmente europeas. No existen en nuestro país, datos, estudios o programas específicos o actualizados sobre recolección, destino y reciclaje de ese metal.

Lo que hay por lo pronto, son esfuerzos dispersos de grupos ambientalistas apoyados por instituciones académicas y media docena de empresas privadas que intentan hacer del reciclaje del aluminio una práctica que ayude al medio ambiente y a la vez sea negocio.

De acuerdo con datos del Instituto Nacional de Ecología (INE), publicados en la página de internet de la Campaña Conciencia Ambiental a cargo de la productora Locomotora y avalados por la Universidad Autónoma Metropolitana (UAM), en México se consumen 462 mil 689 toneladas de acero y aluminio de las cuales 277 mil 608 son de este último metal.

De todos los productos fabricados, las latas son las más comunes y su uso se ha vuelto cotidiano, en nuestro país se consumen 15 millones 400 mil latas por día equivalentes a 240 toneladas diarias.

Un kilo de aluminio está formado por aproximadamente 65 latas y casi 99% de todas las latas de cerveza y 97% de las latas de refrescos son de aluminio pero sólo la mitad se recupera para su reciclaje.

Falta de información

Canek Pérez Hernández, directivo de Locomotora y uno de los principales impulsores de la campaña Conciencia Ambiental, aseguró que el reciclaje de aluminio en México está en pañales producto de la suma de varios factores como la poca cultura ecológica de los ciudadanos y la falta de visión de negocio de muchos empresarios, adicionalmente de la falta de información, “hay muchos huecos en cuanto a información, en México, faltan datos recientes sobre impacto ambiental, financiero y económico, por ejemplo no hay un control de los sitios de reciclaje, unos abren otros cierran, su tiempo de vida es muy relativo”.

Pérez Hernández relató que Conciencia Ambiental surgió con el fin de difundir mensajes para el consumo consciente apoyados por 10 portavoces, “la UAM sirvió como uno de los principales patrocinadores, financió la impresión de anuncios en parabuses, la postproducción de promocionales y encabezó la supervisión técnica del contenido de la propia campaña, se dedicaron a revisar todos los contenidos investigados, las fichas técnicas y las cifras para poder avalarlas, nos costó mucho trabajo porque no hay estudios enfocados a eso, tuvimos que buscarlos en instancias internacionales”.

Un ejemplo de lo anterior es el precio mismo del kilogramo de lata de aluminio, la falta de regulación y de un mercado formalmente establecido han permitido que en 2011 el kilo de estos recipientes se pague entre siete y 12 pesos.

Una lata regresa tres meses después

Carolina López Suero, directora de la carrera de Ingeniería en Desarrollo Sustentable del Instituto Tecnológico y de Estudios Superiores de Monterrey, aseguró que en la industria del reciclaje existe un problema desde la recolección hasta su retorno.

“La inversión y el retorno es mucho más favorable en una planta recicladora de aluminio que en una de PET, la primera cuesta alrededor de la tercera parte de la segunda y esto se debe a que para reaprovechar este metal, se utiliza un proceso físico más que químico, por ello es uno de los residuos inorgánicos mejor pagados”.

Alertó sobre el próximo cierre del depósito conocido como Bordo Poniente y sostuvo que el reciclaje es una de las oportunidades de negocio más grandes que existen hoy en día, “los negocios verdes son los más apuntalados por fundaciones y organismos internacionales y son de bajo riesgo sólo hay que cuidar el aspecto de cómo obtener esta materia prima.

Dijo que el aluminio, en este caso, es un residuo sólido y materia prima para mucha gente, “representa fuentes de trabajo y por eso se tiene que cerrar el ciclo de vida del producto”.

Una lata de aluminio continúa siendo un residuo sólido después de 500 años y en teoría debería de regresar a los anaqueles en 90 días. Las cifras del INE avaladas por la UAM señalan que si cada uno de nosotros reciclara 10 latas de aluminio al año ahorraríamos 150 millones de pesos en materias primas o la electricidad que consumen todos los televisores del país encendidos durante cinco horas que equivalen a 593.13 Gigavatios por hora.

Se ahorraría también en el gas que consumen 80 mil hogares que representan unas 51 mil toneladas de petróleo. Para crear nuevo aluminio se necesitan grandes cantidades de materia prima (bauxita, mineral del que se obtiene) y que no abunda en la Naturaleza, además el proceso es muy contaminante.

Reciclar aluminio representa un ahorro de 91% de la energía que se requiere para renovarlo, además de que evita mayor contaminación atmosférica.

FRASE

"
En términos técnicos el aluminio es de los materiales más fácilmente reciclables, sus temperaturas de fundición son mucho menores a las utilizadas para fundir o reciclar acero "
Carolina López Suero,

directora de la carrera de Ingeniería en Desarrollo Sustentable del Tec de Monterrey.

Instituto Nacional de Ecología
Reusar el metal trae beneficios ecológicos, afirman especialistas

CIUDAD DE MÉXICO.-
Según la definición usada por el Instituto Nacional de Ecología (INE), reciclar significa separar o extraer materiales del flujo de desechos y acondicionarlos para su comercialización de modo que puedan ser usados como materias primas en sustitución de materiales vírgenes.

El reciclaje de materiales es considerado benéfico desde muchos puntos ya que mitiga la escasez de recursos naturales, disminuye los riesgos de alteración de ecosistemas, reduce la demanda de espacio en tiraderos e involucra ahorros en energía.

Sin embargo, dice el INE, esta actividad tiene también efectos negativos sobre el ambiente, principalmente por la energía usada en la recolección y la clasificación de los residuos, además de que el reprocesamiento y utilización de estos materiales conlleva impactos al entorno.

Los costos ambientales del reciclaje se componen de dos elementos, las externalidades de la recolección, separación y transporte de los desechos susceptibles de ser reciclados y las externalidades resultantes del todo el proceso de reciclaje.

El beneficio más reconocido de la actividad de reciclaje es la disminución del uso de materias vírgenes o primas, sin embargo, éste no siempre es el caso.

Los recipientes de aluminio son ideales para conservar alimentos, ya que son ligeros e impermeables a la humedad, a gases, a la luz y a los olores.

En México, las latas de aluminio se utilizan una sola vez.

En el proceso se recolectan latas que se envían a fundición para ser convertidas en lingotes y posteriormente en láminas de distintas medidas.

Por evidencia empírica se sabe que los procesos industriales que transforman la materia prima virgen para la producción de aluminio, la bauxita en aluminio, consumen grandes cantidades de energía eléctrica y generan residuos que contaminan agua y suelo.

El reciclaje de este material proporciona grandes ahorros de energía y evitan desechos contaminantes. Asimismo, cuando se usa aluminio recuperado en lugar de materias primas, se genera un ahorro de 95% en la energía en el proceso de reciclaje.

En México se han hecho algunos esfuerzos por parte de la iniciativa privada en cuanto a la recolección y reciclaje de aluminio. Hace un par de años se creó el grupo Transforma por iniciativa de empresas como Coca-Cola, Natura, Phillips, Unilever y Walmart, quienes impulsaron la creación e instalación de centros de reciclaje en la Ciudad de México y área metropolitana.

FICHA TÉCNICA
Algunos datos


El kilo de este material se paga entre siete y 12 pesos en un centro de acopio.

Una lata de aluminio continúa siendo un residuo sólido por 500 años, de no reciclarse.

Se podrían ahorrar hasta 150 millones de pesos si cada mexicano reciclara 10 latas.

El reciclaje de este material representa 91% de ahorro de energía.

La empresa global de energías alternativas Abengoa, adquirió en fechas recientes, por casi 47 millones de dólares, 38% de Qualitas Venture Capital (QVC) para controlar 98% de su empresa de reciclaje.

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