Viernes, 10 de Octubre 2025
Jalisco | La mejora del servicio está entre los principales ajustes del municipio

Tlaquepaque busca ahorro de 35 MDP con concesión en recolección de basura

El parque vehicular para la recolección de residuos es uno de los temas a revisar

Por: EL INFORMADOR

Uno de los camiones de recolección colmado de residuos debido a que tardan días en pasar por la basura. EL INFORMADOR / S. Blanco

Uno de los camiones de recolección colmado de residuos debido a que tardan días en pasar por la basura. EL INFORMADOR / S. Blanco

GUADALAJARA, JALISCO (16/JUN/2017).- Con el ajuste en la nómina y con lo que el Ayuntamiento eventualmente deje de erogar para reparaciones de sus viejos camiones una vez que logre una concesión del servicio de recolección de basura, Tlaquepaque espera generar ahorros de hasta 35 millones de pesos además de prestar un mejor servicio, según estimó el regidor Orlando García Limón, presidente de la Comisión de Servicios Públicos del Ayuntamiento.

“La cantidad que se ahorraría no lo tengo en el momento, pero sí nos comentaron que sí se iba a reducir. Es decir, que tendremos hasta un 15, 20% de beneficio, es decir, cerca de 30, hasta 35 millones lo que se pudiera estar economizando al año”.

Nómina

Actualmente el Ayuntamiento eroga al año 125 millones de pesos, de los que 75 son para el pago de la concesión que tienen con la empresa Hasars, que es la encargada de la disposición final de los residuos sólidos urbanos.

El resto es destinado a la nómina de los 200 empleados de Aseo Público y al constante mantenimiento de sus 70 camiones, muchos de los cuales operan desde los años ochenta.

Ésta es la principal causa de que el servicio de recolección (que en muchas de las zonas sólo se presta una vez por semana) falle en ocasiones, lo que provoca molestias. “Sí, se pretende con estudios con el tesorero municipal que sí va a haber ese ahorro con el área de taller municipal y con la Dirección de Aseo Público, sí tiene que disminuirse porque el parque vehicular va a ser moderno, no vamos a gastar continuamente en la reparación de vehículos”.

El pasado viernes 26 de mayo se publicó la convocatoria para participar en la licitación nacional LTN 02/2017, para el servicio de recolección y traslado hasta la planta de transferencia de los residuos sólidos del municipio hasta la planta de Hasars, donde se especificó que el límite para el registro de participantes fue a finales de mayo. El ganador eventualmente obtendría la concesión del servicio de recolección y traslado por 15 años.

Manejo en la metrópoli

Con esto Tlaquepaque se sumará a los municipios de la metrópoli que concesionan su servicio de recolección de residuos sólidos.

Por su contrato con Caabsa Guadalajara –el que más basura genera– eroga alrededor de 311 millones de pesos, según se estima en el Presupuesto de Egresos 2017.

Tlajomulco de Zúñiga también tiene en concesión este servicio con la misma empresa por la que paga anualmente alrededor de 71 millones de pesos, según se puede calcular a partir de los pagos mensuales por el servicio.

Por su parte, Tonalá también concesiona la recolección a Caabsa a la que programa alrededor de 61 millones de pesos, según la partida de Servicios Generales de 2017.

Está pendiente la separación

En 2008 se publicó en el Diario Oficial El Estado de Jalisco la Norma Ambiental Estatal NAE-SEMADES-007/2008, la cual marcó el inicio para que en los municipios de Jalisco se recolectara basura separada a fin de clasificarla y valorizarla.
 
Los municipios comenzaron con sus propias estrategias de educación ambiental para que la población separara sus residuos y elaboraron sus proyectos de recolección. Sin embargo, el proyecto fracasó principalmente porque las personas que separaban se dieron cuenta de que los recolectores revolvían de nuevo su basura en los camiones.
 
Pero como la norma sigue vigente los municipios han retomado proyectos para la recolección diferenciada. Tlajomulco ya proyectó recogerla separada como se planteó desde el inicio y Guadalajara colocó los llamados “Puntos limpios”.
 
Otras administraciones, como Tonalá o Tlaquepaque, sin embargo, no contemplaron en el corto plazo retomar la recolección diferenciada puesto que su servicio todavía presenta deficiencias.

CRÓNICA

Recogen la basura con lo que se tiene

La Colonia Potrero del Sauz, en San Pedro Tlaquepaque, es una de las más periféricas. Colinda con la llamada Cerro del Gato y ni siquiera aparecen en el Google Maps, o más bien hasta allá no se atrevieron a ingresar sus vehículos para tomar la vista de las calles. Los que sí entran a través del  endeble puente de material de Avenida San Francisco, que cruza un canal en el punto llamado La Puerta, son los repartidores de las tienditas y los recolectores de basura.

Con 30 años de antigüedad como trabajador del Ayuntamiento, Carlos González Bueno conduce su carretón por estas colonias, las más alejadas de Tlaquepaque, tarea ardua pues su vehículo, un camión DINA 1984, falla constantemente. De hecho, en su última ronda semanal por el Cerro del Gato circuló chorreando diésel. “Un día me mandaron a un fraccionamiento que me sacaron pa’ fuera que porque estaba muy feo el camión. La presidenta de colonos me dijo: ‘No, ese camión está muy horrible, ¿para qué lo mandaron para acá?’”.

Los viernes su camión circula por esas calles de terracería en El Potrero del Sauz dejando una estela de polvo y humo anunciada por el cencerro que se blande constantemente. A Carlos lo acompañan tres trabajadores voluntarios, quienes no perciben sueldo ni tienen plaza, sólo las monedas que la gente les da.

Alfredo Hernández, uno de los vecinos, ya espera en la esquina con sus costales de basura, unos tres que se le juntan a la semana. Algunas señoras alcanzaban al camión con una carretilla llena de desperdicios, otros niños corren con la última bolsa. Todos están acostumbrados a que pase cada siete días.

“Para nosotros está bien, cuando menos una vez a la semana. La basura a veces se engusana y eso porque a veces el camión no pasa. Una vez tardó dos meses en pasar que porque estaba descompuesto. Yo, como tengo carro, me la llevaba al tianguis de Tonalá y ahí la echaba”.

Jesús, otro vecino, también ha padecido la irregularidad del servicio. “Creo que se les descomponen los camiones, a veces pasan, a veces no”.

Esta situación la intenta cambiar el Ayuntamiento mediante la concesión del servicio (se preveía que fuera cancelada hoy). Sin embargo, los empleados de Aseo ven una desventaja porque podrían dejar de laborar para el municipio. “Sin antigüedad no tendría ninguna prestación, ni derechos, ni nada. Nos van a perjudicar porque si nos dicen que ya no nos van a contratar como Ayuntamiento y nos contrata la nueva empresa pienso que no duraríamos mucho por la edad. Ellos quieren gente joven”.

Como Carlos, hay decenas de empleados de Aseo Público que perderían sus años de trabajo con base. Por tal motivo, si cambiara el esquema le gustaría que se considerara enviarlos a otras áreas, también labores de mantenimiento en el mismo municipio.

“Los más jóvenes tienen la ilusión de que los contraten, porque ninguno tiene sueldo, son puro voluntario. Muchos están de acuerdo de decir que si los contratan sí se avientan porque ya tienen, de perdida seguro, y aquí como voluntarios no tienen”.

Aunque Alfredo Hernández opinó que sería bueno concesionar el servicio, para él más vale malo por conocido que bueno por conocer. “No importan los camiones sino el servicio que nos den. ¡Qué importa que sean nuevos o viejitos! Lo que importa es que pasen”.

TRABAJAN CON UNIDADES VIEJAS

Reconocen problemas en servicio de recolección de residuos

Actualmente Tlaquepaque presta el servicio de recolección y traslado de basura con empleados municipales. Los camiones, propiedad del municipio, llevan los residuos a la planta de transferencia de la empresa Hasars, que es la que tiene la concesión para la disposición final, es decir, es la que deposita la basura en un relleno sanitario.

Sin embargo, el Ayuntamiento considera que el servicio actual es deficiente pues la mayor parte de los camiones recolectores son antiguos y constantemente se descomponen, por lo que se gasta mucho en mantenimiento. Esto implica irregularidad en la prestación del servicio, pues si un camión se avería se deja de cubrir la ruta hasta repararlo.

Con este antecedente, el año pasado el regidor Orlando García Limón, presidente de la Comisión de Servicios Públicos, presentó una iniciativa para concesionar el servicio de recolección, transporte y disposición final de los residuos sólidos en Tlaquepaque. El problema fue que como Hasars tiene un contrato de concesión para la disposición final hasta el 2028, se inconformó.

El regidor desechó esa iniciativa y elaboró una nueva, presentada en abril pasado, para concesionar sólo el servicio de recolección y traslado de la basura a la planta de transferencia de Hasars, la cual tendría la concesión para la disposición final de los residuos.

El problema en ese entonces se trasladó hacia los trabajadores municipales, pues muchos cuentan con años de antigüedad con diversos beneficios, pensiones, seguro y demás, los cuales se verían afectados. Esto, porque al concesionar la recolección de basura sus servicios ya no se necesitarían, más porque el municipio pretende ahorrar en la prestación del servicio alrededor de 20%, lo cual no sería posible si se mantiene además la nómina.

Una alternativa que se cotejó fue que los empleados de aseo, que ya cuentan con el conocimiento de las rutas de recolección, fueran contratados por la empresa ganadora de la concesión.

“Ellos ya tienen la experiencia, el trabajo y conocimiento de las zonas, quisiera presumir, pero esto no es algo que se esté estableciendo o que vaya a suceder, que sí se vaya a considerar que ellos continúen trabajando, pero habría que ver cómo quedaría su situación laboral con el ayuntamiento”, dijo García Limón.

No exigieron camiones nuevos

Reducir costos, modernizar los camiones recolectores, integrar la recolección diferenciada de residuos y considerar la situación laboral de los actuales empleados de aseo de Tlaquepaque, eran algunos de los motivos por los que el municipio buscó concesionar el servicio de recolección de basura, según lo expuesto por el regidor Orlando García Limón, presidente de la Comisión de Servicios Públicos del Ayuntamiento.

Sin embargo, tales requerimientos no se exigían a los concursantes de la licitación LT-02/2017, de acuerdo con lo que se expuso durante la junta de aclaraciones que se llevó a cabo el pasado 9 de junio y de la que este medio tiene una copia.

En principio, aunque al presentar la iniciativa, la disposición de la presidenta municipal, María Elena Limón, era la de no afectar los derechos de los trabajadores, ni siquiera se marcaron lineamientos a seguir sobre el futuro de los 200 empleados de Aseo Público.

Uno de los concursantes preguntó que si se debía presentar una propuesta laboral viable respecto a la situación contractual de los empleados municipales que actualmente pertenecen al servicio de recolección y transportación. Sin embargo, en lugar de proponer contratarlos se respondió que esto “deberá formar parte de la propuesta que realicen los licitantes”.

Otra de las empresas cuestionó si las unidades a considerar para el servicio deberán ser nuevas o seminuevas, en lugar de exigir que sí, pues la principal razón por las fallas actuales en el servicio de recolección son las descomposturas mecánicas de los camiones, sólo se respondió que “dicha información será parte de la propuesta que presente cada licitante”, con lo que se dejó la opción a las empresas de usar camiones usados.

Y sobre la gestión integral de residuos, otro concursante solicitó información sobre si existía algún programa de separación de residuos sólidos orgánicos e inorgánicos. Aunque el regidor Orlando García declaró que “sí se estará al pendiente de ello”, separar los residuos, la respuesta de la comisión al concursante fue: “No existe”.

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