Sistema de quejas eficiente, necesario en combate a la discriminación

GUADALAJARA, JALISCO (28/SEP/2013).- El correcto funcionamiento de los sistemas de quejas por discriminación es clave para combatirla, y deben ser impulsados por los marcos legales que estipulen acciones de prevención, más allá de medidas correctivas, explicó Ricardo Bucio, presidente del Consejo Nacional para Prevenir la Discriminación (Conapred).

“Lo que toca en principio es que haya una ley estatal que defina qué es lo que está prohibido y qué es lo que se busca en términos de política de igualdad, pero que dé obligaciones tanto al Gobierno del Estado como a los gobiernos municipales de garantizar y evidentemente también que genere los mecanismos para que haya la queja ciudadana”.

La ausencia del marco legal contra la discriminación, como sucede en Jalisco, implica la omisión al reconocimiento de un derecho, aunque la creación de leyes debe llevar por ende un organismo especializado en su operación, expresó el presidente de Conapred para este medio en enero pasado.

La efectividad para la resolución de casos de discriminación está en otras vías al margen del sistema de justicia mexicano, puesto que su ineficacia entorpece los procesos. En cambio, con mecanismos de queja y conciliación se logran mejores resultados.

El Conapred tiene un modelo de ley dirigida a las entidades del país, donde las sanciones se definen, en primera instancia, con distintas medidas administrativas que tienden a que se repare el daño y a la no repetición. Si con esto no se llegó a una resolución, siguen medidas en las que el Conapred hace recomendaciones similares a las comisiones de Derechos Humanos, pero que obliga a su cumplimiento. En caso de no cumplir, se pasa a una sanción por incumplimiento ejercida ya por otra instancia, un Tribunal Administrativo, explica el presidente del Consejo.

Y en Jalisco, las medidas de prevención parecieran dirigirse a los homosexuales, migrantes, jóvenes y personas de la tercera edad, así lo indica la Encuesta Nacional sobre Discriminación en México del Conapreed.

De acuerdo con los resultados de la Zona Metropolitana de Guadalajara, 6.9 de cada diez personas no justifican el matrimonio entre personas del mismo sexo; el nivel está apenas por arriba de los índices nacionales. Hasta 7.7 de cada 10 tapatíos rechazan la adopción de niños por parejas de hombres homosexuales, el nivel más alto a nivel nacional; además, 7.3 de cada 10 están en desacuerdo con las parejas de mujeres homosexuales.

La mitad de los encuestados opina que no se respetan nada los derechos de los migrantes. A nivel nacional piensan lo mismo cuatro de cada 10. Específicamente con los centroamericanos, seis de cada 10 habitantes de la ciudad afirman que se respetan poco sus derechos.

Por grupos de edad, los jóvenes y los adultos mayores son los más discriminados. Una tercera parte de los encuestados dice que no se respetan los derechos de jóvenes, y 4.2 de cada 10 sobre las personas de la tercera edad.

CLAVES

Algunos aspectos incluidos en la iniciativa de ley

> No será juzgada como discriminatoria la distinción basada en criterios razonables.

> Las dependencias de todos los poderes deben asegurar el acceso igualitario a todas las personas, sin barreras físicas, de comunicación y demás.

> Toda persona podrá presentar quejas por discriminación ante el Consejo que se formará, el cual se encargará de prevenir, conciliar y emitir sanciones.

> Una vez presentada la queja, sigue la conciliación, en la cual entre ambas partes propondrán soluciones.

> Si se comprueban actos discriminatorios, se impondrá alguna de las siguientes medidas de reparación: restitución del derecho, compensación por el daño, amonestación pública, disculpa pública o privada, garantía de no repetición del acto.

• A SUS 14 AÑOS, MARIANA MARÍN TRATA DE GENERAR CONCIENCIA

“Es sufrimiento para todos”

“En México se discrimina mucho, y eso es malo porque atenta contra la integridad de todos”. Así lo dice la ganadora del Concurso de cuento “¿Y si yo fuera una persona refugiada?”, que convocó el Consejo Nacional para Prevenir la Discriminación (Conapred). Parece una reflexión para “grandes”, pero lo dice una niña de 14 años que vive en Zapotlanejo y cursa el tercer grado de secundaria: Mariana Marín.

Su maestra de Español le pasó la convocatoria y escribió estas líneas: “(...) Escuchamos un estruendo fuera de la casa acompañado de gritos y detonaciones de armas poderosas. Salí acompañado de mi padre para ver qué era lo que ocasionaba semejante escándalo, cuál fue nuestra sorpresa al ver ¡un tanque de guerra!”. Es parte de la narración corta “Kalidh”, con la que ganó el reconocimiento.

En él cuenta la historia de la resistencia de un joven y su familia iraquí que es agredida por la guerra. Mariana hacía cuentos de terror, pero el tema de la convocatoria le gustó mucho más. Encontró varios fenómenos donde encontró inspiración, sólo debía parar la oreja para darse cuenta de todas las injusticias que pasan en otros países. “Traté de plasmar las cosas más horribles y reales que suceden en esos lugares”.

Y no sólo en la lejanía. Mariana encuentra en su propio municipio y en su escuela, el Colegio Patria, las huellas que deja la discriminación; dice que las personas que son indígenas, con discapacidad, con distintos colores de piel y con menos recursos, en ocasiones son vistas con inferioridad, pero “todos somos iguales”.

“La discriminación aquí es a las personas que no tienen muchos recursos, otras se burlan y los insultan. Y se me hace muy cruel (...) En mi escuela llegaron personas con un color de piel distinto al de la mayoría, y les hacen bromas y a mí se me hacen ofensivas”.

A pesar de su edad, o precisamente por eso, Mariana se esperanza y visualiza que sí pueden cambiar las cosas, pero “con mucho esfuerzo. Primero debemos ser tolerantes, y aprender que las demás personas son igual a nosotros; dejaremos los prejuicios”.

Ella intentó con su cuento que los lectores tomaran conciencia y, menciona, tratar de hacerlas llorar para que se quiten la venda de los ojos y vean lo que sucede, “y sepan cuál es la realidad que viven esas personas”.