Saqueada, la PTAR de la cabecera municipal de Poncitlán

PONCITLÁN, JALISCO (06/DIC/2012).- Hubo una vez una Planta de Tratamiento de Aguas Residuales (PTAR) en la cabecera municipal de Poncitlán, Jalisco. Ahora, "ya no hay nada", como advierte un mensaje de letras de lodo sobre el vidrio de una ventana. Y es verdad. Ahí, lo único que queda son las ruinas y la evidencia del saqueo y de los meses de abandono.

La planta, que le pertenece a la Comisión Estatal del Agua (CEA), tenía la capacidad para limpiar 39 litros de líquido residual por segundo. Ese dato es ya parte del pasado.

Desde casi cuatro años, el drenaje de los aproximadamente ocho mil habitantes de la cabecera municipal se vierte directamente sobre el Río Santiago. Acción que ha sido señalada por la Comisión de Derechos Humanos de Jalisco, instancia que emitió una recomendación al ayuntamiento, sin embargo, nada se ha hecho.

El director de Servicios Públicos de Poncitlán, Eduardo Calzada Gutiérrez, conoce el señalamiento de la Comisión de Derechos Humanos y explica que la nueva administración, que llegó en octubre pasado, conoce el problema y trabaja en resolverlo, incluso este viernes 7 el alcalde del municipio de la Ribera del Lago de Chapala, el priista Víctor Carrillo Muñoz, se reunirá con el titular de la CEA, César Coll Carabias.

La cita es para presentar el estado de la infraestructura de saneamiento. Poncitlán tiene seis plantas limpiadoras -Poncitlán, San Juan Tecomatlán, San Pedro Itzicán, Cuitzeo, San Jancinto y Mezcala-, de las cuales sólo una opera al 100%.

Las tratadoras operadas por la CEA son la de Poncitlán, que está en el abandono, y la de Cuitzeo. El resto está en manos del ayuntamiento.

El municipio sólo puede presumir que la planta de Mezcala funciona al 100%, sin embargo, el personal que opera dentro del complejo no cuenta con el equipo necesario como botas y trajes, pese a las carencias, ahí las cosas funcionan bien.

Esta planta, que tiene la capacidad de limpias ocho litros por segundo, trata el drenaje de la comunidad y conduce el agua limpia al lago en un tubo, lo que no ocurre en otros complejos, operados por la CEA, como el de Jocotepec.

En la planta de Mezcala tampoco hay malos olores, los hombres que trabajan en el complejo cuidan la unidad como profesionales, aunque no fueron a las universidades, incluso ponen dinero de su salario para cuidar las instalaciones, un ejemplo es que compraron la gasolina para la podadora.

El responsable de esta tratadora, Rafael Pérez, afirma que el agua está 100% tratada e invita a probarla. Cuenta que un día un reportero bebió y le pasó nada. “Está limpia”, dice, sin embargo, esto no ocurre en el resto de las plantas de Poncitlán.

De la planta de la cabecera, donde “ya no hay nada”, las fosas están cubiertas por hierbas que miden más de dos metros. Ahí, todo es abandono, incluso los ladrones se llevaron hasta los cables de la energía eléctrica, “cuando llegamos ya estaba así”, explica el director de Servicios Públicos de Poncitlán, quien detalla que denunciar es imposible porque la tratadora no le pertenece al municipio, además ellos –la nueva administración-no saben lo que había antes.

Para la recuperación de las plantas de tratamiento, el ayuntamiento requiere de dinero, que no tiene porque incluso una de las preocupaciones era el pago de aguinaldos de los empleados del municipio.

EL INFORMADOR / MAYRA TORRES