Pueblo globero

Varios pueblos de México se disputan la paternidad del hecho... aunque ninguna aporta los suficientes detalles de fecha, lugar y nombre del protagonista, como para meter la mano al fuego por su historicidad.

Una de tantas versiones ubica el episodio en San Juan (o “San Juanjo”) de Abajo, Nayarit. El suceso —el común denominador en todos los relatos— consiste en que se celebraba un mitin en la plaza del pueblo. El candidato a presidente municipal arengaba a las masas. En eso, apareció intempestivamente un personaje —cuasi un extraterrestre— desusado en esos lugares: un vendedor de globos. Fue tal la fascinación que éste causó entre los lugareños, que la mayoría, por seguirlo, se desentendió del demóstenes pueblerino. Éste, en venganza, apostilló así a su veleidoso auditorio: “¡Pueblo globero!”.

—II—

En Guadalajara, por estos días, ha habido acontecimientos —llamémosles así, a beneficio de inventario— que han atraído multitudes: el domingo, la presentación del América en el Estadio Jalisco; ayer lunes, en el curso del día, la exhibición de la Copa Mundial de futbol en la Expo Guadalajara; por la noche, el concierto del grupo “Metallica” en el Estadio “3 de Marzo”...

Que no cunda el pánico: no se trata de soltar, como buscapiés de feria de pueblo, ninguna pregunta sobre la efeméride a que alude la fecha que da su nombre al estadio de la Autónoma. Se trata, simplemente, de hacer un ejercicio de memoria para recordar qué cosas tienen que suceder en Guadalajara (y anexas) para movilizar multitudes como han hecho los eventos señalados...

Por supuesto, la medalla de oro corresponde a las romerías anuales en pos de la imagen de la Virgen de Zapopan. La de plata sería para ciertos partidos de futbol (dos o tres al año) especialmente atractivos para los aficionados. La de bronce, para las presentaciones de algunos de los que los sociólogos llaman “ídolos de consumo popular”. (Seudo artistas, por ejemplo).

En todo caso, son los fetiches (vocablo que el diccionario define como “Ídolo u objeto de culto al que se atribuyen poderes sobrenaturales, especialmente entre los pueblos primitivos”), como llegaron a serlo, alguna vez, incluso, el Papa, “Maquío” o Vicente Fox, los dueños del mayor poder de convocatoria.

—III—

Moraleja de la historia: cualquiera que no conociera a sus habitantes —tan propios, tan selectivos, tan exigentes...— podría, quizás, equivocarse y llamar a Guadalajara, como el anónimo candidato a alcalde de San Juanjo de Abajo a sus paisanos, “pueblo globero”.