Jueves, 16 de Octubre 2025
Jalisco | En tres patadas por Diego Petersen Farah

¿On tas Fidel?

Lo que está claro es que las reformas a la estructura y la rendición de cuentas del Congreso del Estado no llegarán por los diputados

Por: EL INFORMADOR

“Que hablen de mí, aunque sea bien”, decía el Marqués de Sade y parece ser que en el Congreso del Estado les cae a todo dar esta frasecita. No conozco a nadie que hable bien del Congreso ni de los diputados, pero eso sí, todo mundo habla de ellos. Esta Legislatura tiene menos de seis meses que tomó posesión y ha sido quizás, la que más ha dado de qué hablar, pero nunca por un gran debate legislativo, una ley controvertida o una gran idea brillante; todo han sido temas administrativos de ésta y de la pasada Legislatura.

Cada camada de diputados sale peor que la anterior (hasta en eso se parecen a la realeza) y la última salió de presumir: los recursos de las fracciones legislativas ya no pasaban siquiera por una cuenta de la fracción, se depositaban directamente en las cuentas de los coordinadores o tesoreros de las fracciones y de ahí se repartían como si fueran chicles motita en fiesta infantil. Si un ciudadano común deposita en su cuenta 10 millones de pesos en un lapso de tres años, se convierte en cliente VIP de cualquier banco, pero también de Hacienda. Pero cuando se trata de un diputado (con charola o sin ella) no pasa nada.

Aceptar que el dinero de la partida de Grupos Parlamentarios fue a las cuentas personales (era la mejor forma de hacerlo, dijo el ex oficial mayor del Congreso) es aceptar que le dieron la vuelta al fisco como quien rodea una glorieta. Así se quemaron 94 millones de pesos. El tema de la opacidad del Congreso está llegando a niveles extremos. No hay quien vigile al vigilante. Quien se supone debe vigilar las cuentas de todos los entes públicos es el más opaco de ellos. Pero no sólo es opaco, es abierta y cínicamente omiso en su rendición de cuentas. Si algo ha aportado el Congreso en 15 años de transición es gasto: se hizo obeso, inoperante e ineficiente (antes era obediente y marrullero, pero barato).

¿Cuál será el punto de quiebre del Congreso del Estado; en qué momento la opinión pública les hará mella? Imposible saberlo, lo que está claro es que las reformas a la estructura y la rendición de cuentas no llegarán por los diputados. La presión tiene que venir de fuera, desde la sociedad. Pero no de los medios, porque son como cucarachas: ya se hicieron inmunes a cualquier crítica o señalamiento. Tampoco desde los empresarios, pues ya se volvió lugar común criticar al Congreso y viceversa. La presión tendrá que venir, como fue en las elecciones de 2009, por el voto. Cada día que pasa los diputados le dan la razón a los promotores del voto nulo. Si algo es seguro es que nos hubiera ido mucho mejor con el perro Fidel de diputado. De esta Legislatura no hay que esperar ni buenas leyes ni acuerdos, así que comencemos a trabajar ya en cómo vamos a presionar, con nuestro voto, a los que vienen.

¿On tas Fidel? Ponte a ladrar.

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