'Manejan como el diablo'

GUADALAJARA, JALISCO (18/JUN/2015).- Para Jessica López, usuaria del transporte público, los choferes de la Ruta 622 “siguen manejando como el diablo”. Michel Gama, quien utiliza la 380, asegura que el servicio es el mismo, ya que los conductores juegan “carreritas” con los demás camiones y también hablan por teléfono mientras manejan la unidad llena de pasajeros.

La principal razón por la cual se sanciona a las unidades es por exceder el límite de velocidad permitido.

De las 341 multas que acumula la Ruta 380 (desde marzo de 2014 hasta abril de 2015), 178 son por exceder el límite de velocidad. Destaca que este derrotero es el más infraccionado de los cerca de 250 que existen en la metrópoli.

Mientras, la Ruta 622 registra 153 multas en el mismo periodo, 49 por exceder el límite de velocidad.

Sobre los datos, Hugo Higareda Macías, representante de la Alianza de Camioneros, aclara que las infracciones tienen que ver con la infraestructura vial, sobre todo las que se imponen por circular en segundo carril, “tienes rutas suburbanas que te invaden un carril y se quedan paradas, hasta hacen sitio. Mientras no haya zonas específicas de paradas de ascenso y descenso de pasaje, habrá unidades circulando en segundo carril. Es causa de la infraestructura, no del conductor”.

Los señalamientos constantes hacia los choferes y la falta de cultura entre peatones y vehículos particulares ha llevado a la falta de reconocimiento hacia los transportistas, dice Higareda Macías: “Si no tienen reconocimiento social, le ofreces un trabajo hostil. Tienes un Código Penal que les quita el derecho a fianza en caso de tener un incidente mortal. También hay falta de conductores y es resultado de la ausencia de la oferta de trabajo deseable, y no la tenemos por las condiciones del entorno”.

El delegado del Sindicato de trabajadores de la Ruta 380, Ramón Sánchez, asegura que los choferes se alinean a los rangos de velocidad, ya que tienen controladores, localizadores GPS y cámaras que evitan que “hagan y deshagan a su voluntad”.

Añade que para prevenir las “corretizas” o “carreras” laboran al ritmo que se les marca desde la empresa: “Tenemos más conciencia en los conductores porque somos servidores públicos. La gente no tiene la culpa de las circunstancias que tenemos, y debemos cumplir con nuestra parte y cuidar al usuario y a nosotros”.

Confiesa que fue complicado cumplir con la certificación ante la Secretaría de Movilidad ya que implicó mucho esfuerzo de parte de los conductores, especialmente por la asistencia a los cursos.

SABER MÁS
Las certificaciones

A la fecha, la Secretaría de Movilidad ha certificado a 17 rutas de transporte público, las cuales pudieron acceder a la tarifa de siete pesos.

Marzo de 2014 - abril de 2015
Las rutas con más sanciones
Rutas certificadas
Rutas	Multas
380	341
622	153
631	86
368	84
231	82
Rutas no certificadas
Rutas	Multas
275-B	333
629	317
619	289
644-B	254
633	250
52	233
176-A	229
646	227
Fuente: Secretaría de Movilidad.

La Alianza “certificará” todas sus rutas este año

Hugo Higareda Macías, representante de la Alianza de Camioneros (que reúne 30% de los transportistas), adelanta que a finales de este año, sus 40 rutas cumplirán con el decreto publicado por el gobernador Aristóteles Sandoval y serán certificadas para acceder a la tarifa de siete pesos.

Acepta que es complejo cumplir con el decreto por la situación económica de los transportistas, que requieren 60 mil pesos para acondicionar cada camión.

Señala que los requisitos solicitados para acceder a la tarifa suspendida van dirigidos a prevenir accidentes y disminuirlos. Por ello obligó a los transportistas a hacer una inversión en tecnología, aunque “muchos puntos no tienen que ver con los accidentes, como tener cámaras de video o un GPS. Pero la capacitación a los conductores sí”.

Comparte su acuerdo con la obligación de modernizar las unidades y el modo de trabajo ya que, dice, el hecho de que los conductores vayan uniformados y con gafete “les da una sensación diferente del reconocimiento de su trabajo. Eso ha disminuido el nivel de hostilidad entre el usuario y el conductor”.

Pero apunta que el cambio debió acompañarse de un financiamiento, para hacer la inversión necesaria en el transporte público y mejorar la infraestructura vial para avanzar en el nuevo modelo.

Contextualiza que en el Estado van cinco años y medio sin un incremento “real” de las tarifas, por lo que “la situación es difícil”. Por ejemplo, las rutas que tienen un flujo menor de 900 pasajeros diarios no alcanzan a reunir dinero para renovar unidades.

Ramón Sánchez, delegado del Sindicato de trabajadores de la Ruta 380, responde sobre las infracciones: “Nos hostigan”, contesta sobre un supuesto asedio parte de los agentes viales, que multan a los conductores “por cualquier cosa”.

“Por la magnitud de la ruta, está en el ojo del huracán”. Y se queja de la inseguridad.

LOS TESTIMONIOS
Usuarios reprueban servicio

“No merecen cobrar siete pesos”, sentencia Pedro Contreras, usuario de la Ruta 231, que la Secretaría de Movilidad (Semov) validó para que cobrara esa tarifa. “Son muy groseros y dan un mal servicio… y porque cortan su derrotero y dejan sin servicio a muchas personas, por ahorrarse cinco minutos. Y eso que ya les pagan por horas y no por cantidad de pasajeros”.

La 231, que destaca por ser de las más multadas, tiene su terminal en el Cerro de la Reina en Tonalá. A unas cuadras espera David Olmedo. Lleva más de 20 minutos esperando el camión que lo lleve a la escuela y opina que el servicio es caro.

Carlos García Jiménez tampoco tiene una opinión positiva ya que con la certificación o sin ella “el servicio sigue igual, a pesar de que la limpieza sea más cuidada. Hasta que se mejore deberían cobrar siete pesos. Compran nuevas unidades, pero ellos siguen igual”.

La ruta que se lleva los peores comentarios es la 380, que también certificó la Semov. En Periférico al cruce con la Calzada Federalismo, uno de los puntos más conflictivos vialmente, José Rafael Hernández espera el camión y platica que casi siempre ve a las unidades sucias y los choferes no suben pasaje en los parabuses autorizados: “No se ganan los siete pesos (de la tarifa) por el maltrato”.

A Blanca Ruiz López le parece excesiva la tarifa, sobre todo para los que toman más de un camión al día, como Oscar Cabrera, quien agradece haber tenido un día de asueto para no sufrir el “martirio” de subirse a la 380, donde los pasajeros buscan cualquier espacio para subirse de lo llena que va: “Debería ser más fluida, con más camiones... siempre van saturados”.

Jaqueline Ramos se queja de que los camiones de la Ruta 368 se tardan demasiado en pasar.

RUTAS CERTIFICADAS
Las infracciones más comunes

Ruta 380

Al conductor de un vehículo que excede en más de 10 kilómetros por hora el límite de velocidad máximo permitido.

Transportar un menor de 12 años de edad en los asientos delanteros.

No circular con las luces principales e interiores encendidas.

Subir y bajar pasaje en lugar distinto del autorizado.

No utilizar el cinturón de seguridad o hacerlo inadecuadamente.

Ruta 622

Exceso de velocidad.

Conducir utilizando equipos de sonido, radios, telefonía, equipos de comunicación diversa o luces que distraigan y provoquen molestias al conductor.

Aplicar condiciones diferentes de las autorizadas en la prestación del servicio.

Circular en zona prohibida.

Brindar servicio deficiente, maltrate o falte al respeto a cualquier ciudadano.

Ruta 231

Exceso de velocidad.

Circular en zona prohibida.

Aplicar condiciones diferentes de las autorizadas en la prestación del servicio.

Conducir utilizando equipos de sonido, radios, telefonía, equipos de comunicación diversa o luces que distraigan al conductor.

No respetar las señales del semáforo.

Ruta 368

Exceso de velocidad.

Transportar un menor de 12 años de edad en los asientos delanteros.

Aplicar condiciones diferentes de las autorizadas en la prestación del servicio.

Circular en zona prohibida.

No respetar las indicaciones de los policías viales.

Ruta 631

Exceso de velocidad.

Conducir utilizando equipos de sonido, radios, telefonía, equipos de comunicación diversa o luces que distraigan y provoquen molestias al conductor.

No utilizar el cinturón de seguridad o hacerlo inadecuadamente.

No respetar las señales del semáforo.

A los vehículos de transporte público de pasajeros que no circulen con las luces principales e interiores encendidas.

Fuente: Secretaría de Movilidad.

LAS ASOCIACIONES OPINAN
Carecen de verdaderas pruebas de calidad

La base del nuevo modelo del transporte que presumen las autoridades fue cambiar algunas características de las unidades, pero en la realidad no se ha notado la diferencia porque se sigue multando a los choferes y registrando quejas, subraya la presidenta de Víctimas de Violencia Vial, Alma Chávez Guth. Además faltan más operativos de revisión para un buen servicio.

Atribuye esta tibieza a la presión que ejercen los transportistas contra las autoridades, “a las que tienen contra las cuerdas cada vez que han exigido un aumento a la tarifa”, cuando es el Gobierno el que puede quitarles la concesión con cualquier violación a la ley.

En la cuestión de prevención de accidentes y atención a víctimas, indica, se continúa en la misma situación: “No sueltan información de cómo reparan el daño ni cómo atienden a los heridos. Se han manejado de forma opaca las cifras”.

El secretario técnico del Observatorio e integrante del Colectivo Ecologista de Jalisco, Mario Silva Rodríguez, agrega que el decreto del gobernador sólo comprende una verificación de condiciones operativas de las unidades, pero no la calidad de las mismas: “Con la certificación han mandado un lenguaje negativo a los usuarios”.

Notifica que desde el Observatorio han solicitado que no se le denomine certificación a este proceso para que las rutas regresen a la tarifa de siete pesos, porque en realidad debería implicar el cumplimento de parámetros objetivos y subjetivos de calidad, ya que los requisitos del decreto son los mínimos indispensables de un conjunto de más indicadores. Informa que han planteado la discusión de una norma técnica de calidad con factores objetivos que tengan peso para evaluar a las rutas. Estos factores implican evaluaciones constatables y percibidas, como el estado del interior de la unidad, el desempeño de los motores y las condiciones de trabajo del chofer, entre otros. “Desde el primer momento advertimos que pueden mandarle un mensaje negativo a los transportistas al referirse que cumpliendo con el decreto estaban en un nuevo modelo de transporte. No es así”.

Agrega que sería un castigo para los transportistas dejar la tarifa en seis pesos por no cumplir con un servicio de calidad, pero serían importantes los operativos de revisión constantes para un mayor control.

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