Jalisco | Esta es la historia de algunos vagabundos que habitan la ciudad Los desconocidos de la noche Nadie sabe cuántos son, ni cómo se llaman. ¿A dónde van y de dónde vienen? Esta es la historia de algunos vagabundos que habitan la ciudad Por: EL INFORMADOR 12 de diciembre de 2011 - 01:04 hs Según el Ayuntamiento tapatío, el fenómeno de la indigencia se ha incrementado 30% en el último año. / GUADALAJARA, JALISCO (12/DIC/2011).- Quienes los conocen saben que son inofensivos hasta que les llega el hambre o las ganas de desaparecer inhalando algún solvente. Quienes los han visto de vez en cuando les dan una moneda como un gesto de conmiseración, o les avientan un pan, les regalan una sonrisa burlona o les gritan una mentada. Quienes los conocen saben que no tienen nombres, que no importa quienes sean, de dónde vienen o cómo llegaron. Parece que la vida de un indigente es la vida de alguien que puede ser todo menos un individuo: el Gobierno los esconde, el frío los mata, la gente los mantiene. Pocos los reconocen. Los no identificados El acta 1654/2011 del Servicio Médico Forense lo ha llamado “cuerpo no identificado”. A las 9:10 horas del miércoles, el Semefo recogió del cruce de las calles Río Po y Río Balsas, Colonia Quinta Velarde, en Guadalajara, el cuerpo de un hombre que murió de fractura y luxación de la quinta vértebra cervical y no de frío, como los medios han contado en la nota roja. “El desconocido aparenta entre 60 y 65 años, mide 1.70 metros, es de complexión delgada, tez morena, con barba y bigote largos y descuidados canos al igual que el pelo; estaba vestido con una sudadera negra, pantalón de mezclilla azul y calcetines azules”. Esa noche fue su última. De acuerdo al legista, el desconocido no presentaba huellas de violencia externa salvo una excoriación en la cara, cuando lo recogieron tenía varias horas de fallecido. Lo encontraron acostado sobre una cobija en la vía pública y a un lado estaba un pedazo de esponja con residuos de algún solvente, chemo, agua, de “chida”. Da lo mismo, dicen que les sabe igual. Los vecinos de la Colonia Quinta Velarde no aportaron datos sobre su identidad y únicamente señalaron que era común verlo deambular por la zona, ellos lo llamaron indigente. Han pasado 264 horas. Él sigue tendido en la parrilla. Nadie lo reclama. La Calle El pasado 27 de noviembre entró a Guadalajara el frente frío número 15. El termómetro registró temperaturas de un dígito durante los siguientes días. Hace 57 años su madre lo bautizó con el nombre de José Luis pero la calle le puso el apodo de Barney. Tiene la panza reventada. Los brazos delgados. La barba crecida. Unos lentes rotos. Un periódico que lo distrae por las mañanas y lo cobija por las noches. Y en todo él hay un olor a calle con una sonrisa limpia. Dice que las muelas le duelen seguido. Que tiene un tatuaje que se hizo cuando salió de su casa hace 16 años. Que se peleó con su familia. Que es de aquí pero no se quiere acordar de dónde exactamente. Ni tampoco de ellos, su esposa y sus hijos. Que no es berrinche estar dormido en el Parque Revolución. Que es una manera de ver la vida, dice él, “aquí tengo la libertad que no me dan en otros lados, aquí yo mando”. Hay días en que el mercurio no pasa de la séptima línea al amanecer, pero eso a Barney no le importa. Tiene un pedazo de cartón donde se esconde por las noches, y para casos extremos envuelve su fornido cuerpo en un costal de hilo de henequén. Ahí adentro parece un tamal gigante tirado sobre una banca. ¿El albergue? Para qué, dice Barney “si ahí te dicen que tienes que lavar los trastes, que tienes que bañarte, que tienes que trabajar de a gratis, para allá no vuelvo”. ¿De dónde vienen? Roberto tiene unos zapatos Emyco casi nuevos que le robó a “fierrazos” a un borracho que deambulaba por el Centro Histórico a las 4:00 de la mañana. Él lo confiesa como si fuera travesura: “Pero ya casi no robo, nomás cuando tengo necesidad”. En la cara trae pegada como tatuaje una costra de hollín, lo mismo en las manos y en los tobillos. En su costal lleva 10 botellas de vidrio por el que le van a dar el dinero suficiente para comprar una cerveza y así continuar su vida. Él es de Ciudad Guzmán y no tiene apellido. No tiene edad. “No me acuerdo cuándo empecé, pero si te digo 200 años creo que estoy exagerando”. Y sonríe para enseñar sus dientes del color de la noche. Mastica una colilla de cigarro que se encontró en un bote de basura. Roberto tiene la imagen perfecta para una postal de la miseria. En Guadalajara el fenómeno de la indigencia se ha incrementado en alrededor de un 30% con respecto al año 2010, según cifras del Ayuntamiento tapatío. De estas personas se sabe que alrededor de 30% tiene algún tipo de padecimiento mental, y que 70% ha estado en contacto con drogas. El 60% proviene de otros estados de la República Mexicana, un 20% son de otros municipios y otro 20% restante sí son tapatíos. ¿Cuántos hay? No se sabe, porque seguro que el último conteo que hizo el DIF Guadalajara no contempló a Gerardo Contreras, un hombre que duerme en los portales de la calle Independencia y 16 de septiembre, y que proveniente de Saltillo Coahuila. En su segunda noche en la ciudad confiesa que él llegó a las calles de Guadalajara tras el boom de los Panamericanos. A Roberto le quedan bien sus zapatos. Fosa común Cuando el cuerpo se expone al ambiente helado, y su temperatura interna baja de los 36.5° hasta los 35° centígrados, el riesgo de morir es real. El oxígeno no llega al cerebro. La sangre no corre por todo el cuerpo. Las extremidades se entumen, se congelan literalmente. Lo que parece pereza en realidad es somnolencia. Los ancianos, indigentes y en menor medida los niños, son los más expuestos. En menos de seis horas, con temperaturas de menos de siete grados, la vida de un ser humano se puede acabar. El frío no es un estado mental. Estar en el Centro Histórico a las 2:00 horas de la mañana es sentir que el aire quema la piel. El frío despierta. El frío le parte los labios pero Barney cuenta que la mejor manera de descansar es dormir temprano y cerca de las máquinas porque “al ruido te acostumbras, al frío nunca”. Él dice que no hay que dejar que la resolana ataque el cuerpo. “Lo mejor es acostarte como a las 10, más tardar a las 11”. Lo mejor es dormir en los portales y no en los parques, dice Barney, porque las bancas en plazas públicas son más inseguras y además ahí el fresco se siente muy duro. A las 5:00 o 6:00 horas de la mañana llegan los barredores y para ellos comienza el día. O termina. En Jalisco, al igual que todos los indigentes de esta historia, hay 38 mil 889 personas en pobreza extrema, es decir, sobreviven con menos de 25 pesos al día. Quienes los conocen saben que tienen mala cara pero peor vida. Unos dicen que es por mala suerte otros porque es una elección propia. Quienes los conocen de vez en cuando les dan una moneda o unas galletas o una sonrisa o una burla. Quienes los conocen les hablan pero no los escuchan. Quienes los conocen saben que no tienen nombre. Así mueran de frío o por una fractura, el reporte de la Semefo los va a catalogar como siempre: Los no identificados. P.D.- Si el cuerpo del indigente muerto no identificado no es reclamado en menos de seis meses, la fosa común siempre tiene un lugar para ellos. PARA SABEREl fenómeno en Guadalajara El fenómeno de la indigencia en el Municipio de Guadalajara se ha incrementado 30% con respecto al año 2010, lo que es atribuido tanto a variables económicas negativas como a la realización de los Juegos Panamericanos, lo que habría atraído a personas de otros municipios y entidades. De acuerdo con el DIF de Guadalajara, el Centro Histórico concentra 150 de los 200 individuos cuya presencia en las calles ha sido monitoreada. FRASES"Aquí tengo la libertad que no me dan en otros lados. Aquí yo mando ""No me acuerdo cuándo empecé, pero si te digo 200 años creo que estoy exagerando " Temas Municipios Centro Histórico Lee También Bajan lluvias el sábado en Guadalajara, pero se mantiene nublado Con "Raymond" cerca, Guadalajara espera lluvias a esta hora del viernes "Raymond" AMAGA a Jalisco; lo que necesitas saber Clausuran centro de rehabilitación en Tonalá por posibles delitos Recibe las últimas noticias en tu e-mail Todo lo que necesitas saber para comenzar tu día Registrarse implica aceptar los Términos y Condiciones