Viernes, 03 de Mayo 2024
Jalisco | Por: LUIS RENÉ NAVARRO

Las tradicionales inundaciones

Pórtico

Por: EL INFORMADOR

Estamos ya en pleno temporal de lluvias, y con él han vuelto las tradicionales inundaciones en diversas partes de la Zona Metropolitana de Guadalajara.

Decimos tradicionales, porque año con año se presentan en los meses de lluvias, ya sea por ser partes bajas o por carecer de la infraestructura necesaria en materia de colectores.

Todo esto sucede porque en los últimos 30 años no se ha construido ningún colector importante en toda la Zona Metropolitana, con la excepción del de la calle Gante, pero éste fue para reponer el que explotó en 1992.

Fuera de eso, tanto el Gobierno del Estado como los ayuntamientos han dado preferencia a las obras de vialidad, en beneficio de los vehículos, con varios pasos a desnivel, si bien algunos con muchas fallas, como el de López Mateos y Las Rosas, que ha sido cerrado para dotarlo de nuevos colectores, un central y dos laterales.

El último gobernador de Jalisco que construyó varios colectores, algunos muy importantes, fue Alberto Orozco Romero, de ahí para acá se ha eludido todo lo que a colectores se refiere, incluyendo el tan necesario drenaje profundo, que vendría a solucionar por muchos años el problema de las inundaciones.

Este déficit de colectores se ha ido agravando por el desordenado crecimiento urbano que se ha permitido que ocurra en toda la Zona Metropolitana de Guadalajara.
Cuando aún Guadalajara no era el monstruo urbano que ahora es, no estaba exenta de dificultades para dar salida a las aguas pluviales y a los drenajes. Esto se debe a que se tienen muchas áreas bajas, donde el agua se concentra provocando inundaciones, y a que se tienen muchos escurrimientos, provenientes de la zona poniente, sobre todo a la altura de Plaza del Sol.

Precisamente, en esta parte poniente, en una ocasión se tuvo que construir una gran zanja en el cauce del arroyo El Chicalote, para captar esos enormes escurrimientos y canalizarlos a zonas donde sí había colectores. Esto ocurrió en la administración de Francisco Medina Asencio.

Sin embargo, en la actualidad, en lugar de buscar causas o culpables, debemos encontrar soluciones que nos lleven a dotar a toda esta área conurbada de los colectores que necesita, tanto para captar las aguas pluviales como las diarias descargas de los drenajes.

Al mismo tiempo, se debe planear y construir el drenaje profundo, en una acción general que incluya aportaciones federales, estatales y municipales.

Para tener fondos para estas aportaciones, se puede buscar un crédito blando en alguna institución bancaria mundial, con la consiguiente garantía de los gobiernos federal y del Estado de Jalisco.

También puede pensarse en establecer por una sola vez una cantidad especial para ese renglón de colectores, en el impuesto predial, que vendría a ser una colaboración muy importante de los propietarios de fincas y predios, independientemente de las aportaciones federal, estatal y municipales.

A los grandes males, grandes remedios, con la cooperación de todos, en una acción que puede servir de ejemplo para la solución de problemas similares en otras grandes ciudades del país.
Lo que nunca debemos hacer es cruzarnos de brazos ante esta realidad, aportando esa suma especial que se nos pida en el pago del impuesto predial, porque será sólo una vez, y porque todos necesitamos de estas obras.

Lo que sí pueden y deben hacer los ayuntamientos de esta zona, que se beneficiarán con esas obras, es fijar cuotas diferenciadas, de acuerdo a la capacidad económica de los habitantes de cada zona, a fin de que todas las aportaciones sean conforme a la posibilidad de cada propietario.

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