Jalisco | En tres patadas por Diego Petersen Farah El equipo de Emilio (I): La defensa Es evidente que el portero de la selección de Emilio tiene muy poca confianza en sus defensas, por lo que se le ve siempre nervioso y alterado Por: EL INFORMADOR 10 de junio de 2010 - 04:42 hs En todo equipo, la división del trabajo es esencial, y una manera de entenderlo es como si fuera un equipo de futbol. Lo mismo si se trata de un restaurante, de un equipo médico o de un gabinete de Gobierno, como el del gobernador Emilio González Márquez. En un gabinete el portero es el secretario de Seguridad. Al igual que cualquier portero, poco importa lo que detenga, el público se acuerda de los goles que le meten, y muy de vez en cuando, de alguna otra jugada. El portero del equipo de Emilio, Luis Carlos Nájera, es un portero experimentado que viene de las fuerzas básicas de los gobiernos panistas (fue quizá el primer cuadro de extracción panista realmente profesionalizado en seguridad). Es evidente que el portero de la selección de Emilio tiene muy poca confianza en sus defensas, por lo que se le ve siempre nervioso y alterado. Y no es para menos. Emilio juega con una línea de cuatro defensas. Dos centrales, que son Procuraduría y Gobierno, y dos carrileros que tienen la doble misión de defender y atacar, Desarrollo Humano y Desarrollo Rural. El procurador Tomás Coronado es el stoper, el último hombre antes de que los balones le lleguen al portero, y la tensión entre ambos es evidente y creciente. El portero se queja de que cuando para, los balones el stoper no los controla o al menos los revienta lejos. El stoper se queja de que el portero rebota muchos tiros y le da trabajo de más. Aunque se hacen bolas con frecuencia, mal que bien ahí la llevan, han recibido pocos goles pero la presión del equipo rival es creciente. El otro central es el secretario de Gobierno, Fernando Guzmán Pérez Peláez. El problema es que confunde la posición de líbero con la de andar por la libre y se le olvida que su trabajo principal es evitar goles. En su afán por destacar y él meter los goles deja unos huecos tremendos, no baja a defender y pone a todo el equipo en problemas, porque él quiere ser el próximo entrenador. Lo curioso es que Emilio le aguanta todas. Los carrileros, Desarrollo Humano y Desarrollo Rural, juegan cada uno por su cuenta. Uno tiene la misión de parar los problemas derivados de la pobreza y la marginalidad, y otro, de parar los problemas del campo. Por el presupuesto que tienen, ambos deberían ir más al frente. El rural, Álvaro García Chávez, es de los jugadores más consistentes del equipo; defiende bien aunque ataca poco. Emilio tiene por la banda izquierda a Martín Hernández, un personaje que, contradictoriamente, sólo juega con la derecha y que cada vez que tiene el balón se la pasa al líbero Guzmán para que éste se luzca y salga con balón dominado, o al menos en la foto. Los dos contenciones, Salud y Educación, son los que tienen la misión de que a mediano plazo los balones no lleguen al área. Estas son dos posiciones donde Emilio ya hizo cambios para darle estabilidad al equipo después de un año en que por el Sector Salud el ataque fue terrible, y un cambio obligado en Educación, porque el anterior cambió de liga... y de equipo. Mañana: El equipo de Emilio (II). La ofensiva Temas Diego Petersen Farah En tres patadas Lee También Cocca admite desconexión y falta de mentalidad tras derrota en San Luis Transporte escolar, gran idea y eterna promesa Atlas visita al Atlético San Luis en una semana clave para su futuro Sociales: André e Isabella reciben la Primera Comunión en familia Recibe las últimas noticias en tu e-mail Todo lo que necesitas saber para comenzar tu día Registrarse implica aceptar los Términos y Condiciones