El cibercafé, “un paliativo” a las desigualdades: experto

GUADALAJARA, JALISCO (24/AGOS/2012).- El cibercafé es un paliativo a las desigualdades en el acceso a las tecnologías de la información, particularmente a la computadora y al internet, “cuando se le considera un servicio privado que ofrece navegar por la web”, explica el  profesor del Departamento de Estudios Socioculturales del Instituto Tecnológico y de Estudios Superiores de Occidente (ITESO), Christopher Estrada, quien explica que en países como El Salvador este concepto se aplica para el desarrollo de centros comunitarios.

 La idea del cibercafé en El Salvador se ha empleado para generar proyectos de inclusión y de educación, cuyo fin es que los ciudadanos tengan un consumo estratégico de la información.

Sin embargo,  “difícilmente –en los países de América Latina- se tendrá en el corto plazo una mayor la población conectada y alfabetizada para el internet o para las tecnologías de la comunicación, en ese sentido el cibercafé tiene un rol importante”, señala el académico, quien comenta que la proliferación de este tipo de negocios en los estados es el reflejo de la exclusión.

Por lo que el concepto clásico del cibercafé es útil y su existencia hablan de que “hay un segmento de la población que no tiene acceso ni puedo contar con esa tecnología de manera personal y tiene que aparecer alguien que le ofrezca este servicio”.

Christopher Estrada considera que estos negocios reflejan que “algo no ha cambiado, paradójicamente, es decir que existe una brecha. Probablemente, el cibercafé sirva para paliar las desigualdades en el acceso a la tecnología, pero es la prueba de que no ha cambiado la brecha”.

Para el profesor, este giro enfrenta que las tecnologías para conectarse a internet son más baratas. “Las tendencias del mercado han hecho que el internet sea más portátil, un ejemplo son los teléfonos celulares que son la puerta para que la gente acceda a internet, además de que las interfaces de usuarios en los sitios web se han hecho más ligeras. Es probable que, poco a poco, el concepto de cibercafé se vuelva obsoleto”.
 
EL INFORMADOR / MAYRA TORRES