Viernes, 19 de Abril 2024
Jalisco | “Guardianes” vecinales protegen el afluente

El Azul, arroyo de agua limpia en la metrópoli

Gracias a la organización de los vecinos de Loma Dorada, el afluente dejó de recibir descargas en un pequeño tramo desde 2009

Por: EL INFORMADOR

Pese a la urbanización, las aguas del Río Azul, en Loma Dorada, todavía lucen cristalinas y libres de contaminación. S. NÚÑEZ  /

Pese a la urbanización, las aguas del Río Azul, en Loma Dorada, todavía lucen cristalinas y libres de contaminación. S. NÚÑEZ /

TONALÁ, JALISCO (21/AGO/2011).- En tiempos en que el Azul no era utilizado como drenaje, cuenta la leyenda que hasta la reina Cihualpilli se bañaba donde nacía este arroyo, debajo de un inmenso zalate que sobrevivió por siglos como símbolo de lo que ahora es la colonia Loma Dorada, hasta hace algunos años que murió podrido, piensan, a causa de las aguas “puercas”.

Los vecinos recordaban con nostalgia que debajo de ese árbol protector también se realizaban las asambleas del ejido de Tateposco, hasta que sucedió lo que en toda la zona metropolitana: con la urbanización desordenada se transformaron los ríos y arroyos en colectores de aguas negras —muchos de ellos, entubados— hasta dejar a la ciudad prácticamente sin ningún vestigio de afluentes de agua limpia.

En Tonalá se levantaron algunos monumentos al hacinamiento en distintos puntos y las áreas verdes desaparecieron poco a poco. El Río Azul comenzó a verse rodeado por edificios, pero alcanzó a quedar media hectárea libre de construcciones.

Don Miguel llegó a Loma Dorada el mismo año que el barrio tapatío de Analco explotó, hace casi dos décadas. El arroyo ya olía a la suma del desagüe de todos los edificios y viviendas multifamiliares. Aun así, visitaba este polígono verde; disfrutaba especialmente de la sombra del zalate. Desde aquel tiempo se convirtió en un guardián del sitio y ha plantado decenas de árboles —tabachines, pirules, guamúchiles, guajes, paraísos…— que actualmente ya dan sombra.

Lo que nunca imaginó es que—ubicado en la cuenca Osorio— volvería a ver correr agua limpia por el Azul, como en tiempos de la reina Cihualpilli, quien gobernaba el territorio de Tonallan a la llegada de los españoles, en 1530.


El rescate



En el Sistema Intermunicipal de Agua Potable y Alcantarillado (SIAPA) el Río Azul aparece como colector. Pero los vecinos aclaran: desde 2009 volvió a ser arroyo, al menos del punto donde están los manantiales hasta unos 300 metros aguas abajo, ya que lograron que en esta área no se descarguen aguas negras. Hace poco más de cuatro años se conformó el Colectivo Tonalá con más de 300 integrantes que han ejercido su derecho a un medio ambiente sano: pusieron resumideros para que no baje basura al arroyo, concreto permeable, pidieron al Ayuntamiento que no hubiera descargas de aguas negras e interpusieron varias denuncias.


PARA SABER

Oasis en la ciudad


El Río Azul nace en la colonia Loma Dorada, donde cruzan las calles Paseo Loma Sur y Circuito Loma Sur. Pertenece a la cuenca de Osorio. El SIAPA considera cinco conjuntos de cuencas en la Zona de Guadalajara: Atemajac, San Juan de Dios y San Andrés, Del Ahogado, Osorio y San Gaspar, y Arroyo Hondo y El Caballito.



Pretenden construir estacionamiento

Denuncian amenazas


El terreno por donde corre el Río Azul está rodeado por edificios multifamiliares y un muro de concreto alto que tiene a un lado un letrero que promociona al Gym Egos. Pero desde hace un par de meses se quiere construir un estacionamiento en la zona que han resguardado los vecinos desde hace cuatro años.

De acuerdo con el Colectivo Tonalá, el pasado 9 de agosto el dueño del gimnasio amenazó a uno de los vecinos diciéndole que “en México no hay legalidad, sólo corrupción, y yo tengo dinero (…) y ya no los voy a esperar; si no me dan una respuesta positiva para poner el estacionamiento, tengo el poder para en la noche llegar, sacar sus árboles y  meter las máquinas… el Ayuntamiento ya me lo rentó, y tengo un papel”.

Los vecinos piden al municipio que no se expropie este terreno, que se resguarde el área donde se encuentra el único vestigio de agua limpia en la ciudad y que se reconozca al Río Azul como un arroyo federal, lo que implica que se respeten las zonas de recarga y las márgenes del afluente.

Don Miguel está sentado en un tronco bajo la sombra del guamúchil, con los zapatos llenos de pedazos del césped que podó. Dice que van a defender este espacio hasta el final, “porque si ya no pudiera venir aquí, me moriría de tiricia… Y justo hoy les decía a los compañeros que el día que llegue a faltar, al menos mi alma se queda aquí con todos los árboles que he traído”.

En los países de primer mundo, los ríos se sanean y tratan de rescatarse. ¿Qué sería de París, Londres, Roma… sin sus ríos? En América Latina la tendencia ha sido descargar las aguas negras a los ríos y luego entubarlos, para evitar la peste.

Pero el Colectivo Tonalá muestra que aún es posible exigir un medio ambiente sano, “porque nosotros no decidimos que Loma Dorada sea un lugar donde se concentra la contaminación del aire (con muchos días al año que superan los 100 puntos IMECA), pero sí decidimos que queremos un arroyo limpio. Queremos una mejor calidad de vida, sin olor a suciedad y basura”, dice Cristhian Chávez. Parece que la fórmula para exigir justicia ambiental es la organización ciudadana.

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