Consignan a un sujeto acusado de homicidio

GUADALAJARA, JALISCO (06/SEP/2012).- El sujeto que fue detenido por agentes de la Procuraduría General de Justicia del Estado (PGJE) y que confesó haber asesinado a una mujer embarazada, ya fue enviado al penal de Puente Grande, acusado de homicidio y robo calificado.

Se trata de Efraín Casillas , apodado "El Pin", de 22 años, vecino de la Colonia Jocotán, en el municipio de Zapopan, señalado como presunto responsable del asesinato de la joven Margarita Magnolia Pedroza, de 19 años, originaria del Estado de México y que trabajaba como empleada doméstica. Además tenía 15 semanas de embarazada.

"El Pin" fue consignado al Juzgado Primero de lo Penal por los delitos de homicidio calificado y robo calificado.

El cuerpo de la joven fue localizado el 3 de septiembre de 2012 alrededor de las 6:00 horas, en el cruce de las calles Pedro Loza y López Cotilla, en Jocotán.

La mujer presentaba golpes en cráneo y rostro, y fractura expuesta en la nariz. La causa de muerte fue asfixia por estrangulación directa, conforme a lo que asentó el médico legista.

En las investigaciones del caso se estableció que un día antes del homicidio, Predoza Bernal andaba en las fiestas patronales de Jocotán, en donde dos amigas le presentaron a "El Pin", quien luego de un rato, insistió en acompañar a la víctima su casa y ya no se supo más de los dos.

Se pudo aclarar que cuando los dos iban hacia el domicilio de la joven, el sujeto le hizo proposiciones, pero ella no aceptó, entonces el individuo la golpeó con los puños y la asfixió con sus manos.

"Pues la golpee con el puño, como tres veces, y con las manos la ahorque y la dejé tirada ahí, como dos horas y luego la dejé en la calle, donde la encontraron", dijo "El Pin".

Además, el agresor le robó a la víctima un dije de fantasía, que le quitó del cuello.

De acuerdo con las actuaciones de la Procuraduría estatal, "El Pin" fue localizado en la plaza principal de Jocotán y entre sus pertenencias se le aseguró el dije de la víctima que le fue robado el día del crimen.

Ante esto, el acusado dijo sentirse culpable y que merecía su castigo.