Clausuran After en el Centro

GUADALAJARA, JALISCO.- Luego de obtener la orden de cateo correspondiente, elementos de la Procuraduría General de la República (PGR), acompañados por un agente del Ministerio Público Federal, lograron asegurar drogas en un bar en el Centro de Guadalajara; hay nueve detenidos.

Tras varias denuncias anónimas, en las que ciudadanos referían que al interior de una finca –la cual operaba como un bar bajo el nombre Euro–, ubicada sobre la calle Prisciliano Sánchez a su cruce con Galeana, en la Zona Centro de la ciudad, se vendían drogas, bebidas alcohólicas adulteradas y se permitía el acceso a menores de edad, elementos de la PGR acudieron a verificar lo dicho, la noche del pasado lunes, logrando buenos resultados.

Para ingresar a dicho inmueble fue necesaria la orden de cateo número 2/2010/11, la cual fue otorgada por el Juzgado Sexto de Distrito en Materia Penal en el Estado de Jalisco.

Elementos federales, apoyados por uniformados de la Policía del Estado, aseguraron 92 pastillas psicotrópicas de las denominadas “tachas”; cuatro bolsitas con mariguana, una pipa de madera con residuos del mismo estupefaciente, cuatro envoltorios con cocaína y nueve goteros con diversos tipos de líquidos, los cuales son analizados por peritos de la PGR para saber su composición.

En total se retuvieron más de 15 menores de edad y se detuvo a nueve presuntos narcomenudistas, ellos son: José Julián Casillas Maldonado, Cruz Esteban Ceballos Meléndez, Rito Rentería Mercado, Fabián Soria Castellanos, Carlos Alberto Gallardo Velázquez, José Miguel González López, Jonathan Ricardo Morales González, Miguel Olmos Maya y José Antonio Andalón Ramírez.

Además, al indagar más sobre el establecimiento, se supo que el Euro trabajaba de manera irregular, pues no contaba con los permisos correspondientes por parte del Ayuntamiento tapatío.

Bar Euro
(After)

El After inicia a las 6:00 a.m. del domingo y termina a la 1:00 a.m. del martes.

Hay un “receso” a las 3:00 a.m. del lunes, sacan a la gente, pero los admiten nuevamente tres horas después. Así cumplen con el reglamento de cerrar a las tres de la mañana, debido a que tiene giro de “bar”.

Está en la esquina de Prisciliano Sánchez y Galeana. Antes era parte del Salón Astoria, que desapareció y se dividió en cuatro partes.

Hay otros bares cerca del Euro, por tal razón hay patrullas merodeando por las calles, pero sólo para “levantar” a sospechosos o a personas que se dedican a la prostitución.

El Euro tiene poco menos de cuatro meses abierto. Antes estaba en otra calle (Madero, a dos cuadras de la Calzada) y se llamaba Bar Amelias; fue cerrado por la Procuraduría General de Justicia del Estado de Jalisco en noviembre pasado, por venta de droga, prostitución y por no cumplir con el giro de “restaurante bar”.

El diario de cualquier chavo “tacha”

Lo propio es levantar el brazo, cerrar el puño y moverlo hacia delante y hacia atrás, mover la cabeza de un lado a otro, mirar las luces, sonreírle a los amigos, tomar agua y esperar a que te explote. ¿Cómo vas? ¿Cómo andas? ¿Ya te pegó?, se preguntan.

Comenzarán a apretar los dientes, a sonreír de más; son los intérpretes de una felicidad desbordante, desencajan la mandíbula y bailan, bailan y bailan.

Una vez que una tacha entra al cuerpo tarda 30 minutos en concentrarse en el sistema central nervioso. Ahí comienza a estimular el circuito del placer, de recompensa, del sueño, del hambre.
Todo el cuerpo empieza a estar sobreestimulado y los sentidos que más se agudizan son el tacto y el oído.

Abrazan a sus amigos y hacen pausas interminables cuando lo hacen.

Durante la noche les salen de manera natural los “te quiero”, pero no de borracho mal entonado. Se trata de los “bien tacha”, apodo que distingue a quienes gustan de consumir MDMA, una metanfetamina conocida como “droga de diseño o del amor”.

Provoca un cuadro de felicidad. La percepción de colores nítidos, el placer de sentirse sin dolor, sin hambre, sin frío y sin problemas, la sensibilidad en el tacto y la energía provocados por la liberación de dopamina y noradrenalina desaparecen a las cuatro horas de haber ingerido la pastilla.

Los chavos “tacha” siempre estarán tomando agua y sudando, aunque la rave sea en el Nevado de Colima.

Provoca una temperatura corporal de hasta 40 grados, aunque los consumidores no lo notan, pues se trata de la popularizada temperatura “por dentro”.

Afirman que se siente felicidad, se sienten aceptados, que los quiere todo el mundo, pero al siguiente día, les dan unas ganas incontenibles de llorar, además del dolor muscular por haber bailado toda la noche. Mareados por no haber comido.

Viene el síntoma “postacha”: una depresión profunda y una tristeza inexplicable. De la felicidad a la depresión en pocas horas.

El cuerpo genera una resistencia a la sustancia y los efectos de la segunda, tercera, cuarta o más ‘tachas’ nunca serán los experimentados en la primera, por lo que consumir más tachas para lograr otra vez el “éxtasis” será inútil, pues se gasta dinero, expectativas y se daña gravemente la salud.

Son atractivas, pues aunque no se combinan con alcohol, es el plus que los jóvenes han encontrado para así no levantar sospechas con los padres, además de que se transportan fácilmente.

Con información del Centro de Integración Juvenil de la Secretaria de Salud

El Crystal, la droga del sexo

El Crystal, una variedad de anfetamina que se consigue fácilmente a 500 pesos el gramo, es posiblemente la droga más adictiva que haya golpeado a la sociedad en los últimos 10 años.
Para dar una idea, si el Crack, una de las drogas más fuertes, crece los niveles de dopamina en el cuerpo un 350%, el Crystal los aumenta entre mil y siete mil por ciento. Y esos porcentajes son los que se usan para entender el nivel de adicción y dependencia impresionantes que genera.

El Crystal es una variedad de anfetamina altamente tóxica, produce un fuerte deseo sexual. Tiene la textura salitrosa de un polvo blanco, similar a la cocaína, y quienes la consumen lo hacen inhalándola, fumándola en una pipa, y a veces inyectándose.

Luego de dos, tres, a veces cuatro días sin dormir, el cuerpo empieza a sentir los efectos. El regreso es insoportable.

Marco, otro cliente del bar Euro, asegura que con la droga logra un nivel de conexión sexual extraordinario, que no pueden experimentar de ninguna otra manera.
Esa sexodependencia convierte al Crystal en una de las drogas más difíciles de dejar.

Gee o éxtasis líquido

El Gee (se ponuncia “yi”) o éxtasis líquido se trata de una de las nuevas drogas. Es el ácido gamma-hidroxibutírico (GHB), que dejó de usarse como anestésico en medicina debido a sus efectos adversos.

Se vende en gotero de 50 mililitros, aproximadamente por 150 pesos; provoca euforia, desinhibición, placidez y aumento de la líbido.

Al ser líquido, los que la consumen preparan su dosis echando unas gotas a una botella con agua natural.

Sin embargo, de las drogas que venden en el bar es la más peligrosa. Una gota de más genera sobredosis y puede causar un coma profundo con la complicación añadida de que no se detecta en el organismo, salvo con un espectómetro de masas. Aunque se denomina “éxtasis líquido”, no tiene nada que ver con los derivados de las anfetaminas.

¿Qué es un After party?
After party o After hours son palabras en inglés que significan “después de la fiesta” u “horas después”.

Así se le llaman a los antros que inician actividades en la madrugada, cuando los otros bares y cantinas han cerrado. Comúnmente se le denominan “para seguir la fiesta”.

Tuvieron su auge a finales de los noventa en Europa, con la explosión de las fiestas electrónicas, combinadas con las llamadas “drogas recreativas” como éxtasis y Crystal.

Generalmente abren entre cinco y seis de la mañana; varían los horarios de cierre, sobre todo los que actúan de manera clandestina.

Crónica: En el “País de las Maravillas”