Aterrizan de emergencia avioneta en autopista a Colima

GUADALAJARA, JALISCO (03/ABR/2012).- Para graduarse como piloto aviador, a Édgar Eduardo Velasco González le faltaba una hora de vuelo. No completó los 60 minutos: la avioneta Cessna que tripulaba ayer, dejó de funcionar y aterrizó de emergencia en la autopista Guadalajara-Colima.

La aeronave surcaba el cielo con destino al Aeropuerto Internacional Miguel Hidalgo. Abajo se observaba la laguna seca de Sayula. El vuelo transcurría con normalidad. De pronto, se apagó el motor.

El piloto, de aproximadamente 28 años de edad, sobrevivió. Con lo que le quedaba de “vuelo” pudo planear la máquina y después aterrizarla en el asfalto de la autopista, a la altura del kilómetro 13+100, con dirección hacia la Zona Metropolitana. Ningún automovilista resultó herido.

Todavía nervioso, el aspirante a piloto declaró: “Sí, sí me encuentro estable, estoy bien de salud”.

Explicó que para aterrizar realizó procedimientos de rutina de los pilotos. “Si hubiera aterrizado así, allá (en la ex laguna de Sayula), a lo mejor hasta me volteo”.

“Lo que pasa es que en el mapa indica que es una laguna, y pues a lo mejor el piso está muy húmedo y me iba a volcar, y pues aquí (en la carretera), es lo más parecido a una pista”.

Velasco González agregó que aunque desde el cielo es diferente la visibilidad, a una altura de aproximadamente cinco u ocho millas náuticas vio que había una carretera. Entonces decidió aterrizar ahí. Debió realizar una maniobra de emergencia y posó la aeronave.

“Estamos estables, gracias a Dios estamos aquí y no pasó a mayores”, apuntó el joven piloto.

La avioneta Cessna, modelo 105, con matrícula XBIZE, pertenece a la Escuela de Aviación General Roberto Fierro, con sede en Zapopan.

“Nos reportaron una avioneta que había hecho un aterrizaje forzoso, aquí en la autopista a Colima-Guadalajara. Al llegar nos percatamos que era el único tripulante”, indicó Sandyvel Díaz Vargas, paramédico de la Cruz Roja de Sayula.

Mencionó que el piloto se encontraba un poco asustado. “Sus signos vitales estaban elevados por lo mismo del nerviosismo y miedo”.