Asaltantes de trenes aprovechan baja velocidad en zonas urbanas

GUADALAJARA, JALISCO (24/SEP/2013).- La bocina del ferrocarril se ha convertido en un sonido habitual para habitantes de las ciudades... y de los asaltantes, quienes aprovechan la baja velocidad con la que circulan los vagones para abordarlos y asaltarlos, afirmó el director de Operaciones de Ferromex, Salvador Mancera Sansoube.

Agregó que en las zonas urbanas y suburbanas las máquinas deben viajar a una velocidad de máximo 20 kilómetros por hora, según regula la Secretaría de Comunicaciones y Transportes. Esto permite que las personas alcancen a subir al tren y jalen una palanca, conocida como angular, que poseen todos los vagones.

Refirió que las personas que atracan el ferrocarril son grupos organizados que conocen los mecanismos de funcionamiento de los trenes.

“Si un tren lleva en promedio 80 ó 90 carros y palanquitas, y con una que muevan se rompe el paso del aire de los frenos, y el tren se detiene en automático, ahí es cuando nos roban”.

Señaló que los productos más codiciados son los más comercializables como los granos, en general, y en particular el maíz. “En Ferromex somos un medio de transporte muy importante para mover el maíz en todo el país, por la cosecha que viene del Noroeste, y lo que se importa que entra por las fronteras”. Dice que los delincuentes abren la tapa que tienen debajo los vagones para que se vacíe el producto, mientras el ferrocarril reanuda su marcha, para recoger lo que se tire.

Una historia de ello es la del vigilante “K”, quien estaba cumpliendo su horario de trabajo en la estación Santa Cruz, un poblado ubicado entre Ocotlán y Poncitlán. El lugar está alejado de las pocas casas que hay, en medio de una larga planicie con vegetación corta que sólo es interrumpida por la madera y el metal de las vías.

Al lugar se acercaron un par de individuos con armas largas y lo sometieron para robar. Los vigilantes no portan armas de fuego ni algún objeto que les sirva para defenderse. De los policías municipales o estatales aseguran que “ni se paran en la zona”, sólo los federales.

Su compañero “Ñ” lo mira. Ahora les tocó vigilar la estación de Ocotlán, sucia y con muros derruidos. Sus turnos son de 24 horas de trabajo por 24 de descanso. Al fondo el escenario muestra casas hechas con vagones abandonados y completadas hacia la puerta con lonas. Se le cuestiona a Ñ si le ha pasado algo, “pues una vez de los machetazos”, pero no continúa con la narración, se niega a hablar.

Se le pregunta si las vías donde pasa el ferrocarril en la zona Ciénega (Poncitlán, Ocotlán y La Barca), existe más delincuencia en comparación de Irapuato, Guanajuato, zona donde los mismos directivos de Ferromex mencionan que ha subido sensiblemente la cantidad de robos; Ñ sólo responde “allá están bravos”, con una sonrisa nerviosa demostrando que lo que sucede allá no merece ni mencionarse.

Los vigilantes se van, ahora la estación es custodiada por un anciano que ve pasar las horas en la desolada colonia Ferrocarril.

LA VOZ DEL EXPERTO
Organizaciones delictivas perfeccionan estrategias

Francisco Jiménez Reynoso (investigador de la UdeG)

Con el pasar del tiempo y los procesos de prueba y error se ha dado una “sistematización delictiva”, es decir que con la experiencia las organizaciones dedicadas al crimen han robustecido sus actividades, y eso explica que de un año a otro los robos al cargamento del tren llamado La Bestia se triplicaron en Jalisco.

El ferrocarril de carga que pasa por la Zona Metropolitana de Guadalajara y otros municipios del Estado es rentable para el crimen organizado porque la ruta es invariable, señaló el investigador Francisco Jiménez Reynoso, de la División de Estudios Jurídicos de la Universidad de Guadalajara (UdeG), esto lo vuelve vulnerable a los atracos.

Los grupos delictivos enraizados en ciertas zonas se aprovechan para atacar en los puntos por los que obligatoriamente pasará La Bestia. En estas áreas se conjuga la falta de vigilancia porque las autoridades están impedidas a entrar o porque descuidan o porque están coludidas.

Le corresponde a los tres niveles de Gobierno la seguridad en su territorio, y para complementar, los empresarios deben invertir en proteger sus mercancías. De hecho, se hacen pagos de hasta 19 millones de pesos anuales para proteger cargas que viajan de esta forma, comentó el investigador.

SABER MÁS
Ferromex, en números

Ferromex y Ferrosur, son dos empresas concesionadas y unidas. Entre ambas tienen 10 mil kilómetros de extensión de vías que pasan por 22 estados de la República.

La división Guadalajara es una de las seis que conforman la red ferroviaria de la empresa.

Ambas trasladan diariamente 110 trenes aproximadamente.

Durante 2012, la compañía tuvo ingresos totales por 17 mil 712 millones de pesos. Sus costos y gastos de operación fueron de 11 mil 899 millones de pesos.

Ocho de cada 10 pesos de los ingresos de Ferromex provinieron de los segmentos de negocio agrícola, minerales, productos industriales, automotriz, intermodal, metales, químicos y fertilizantes.