Armar un rompecabezas

GUADALAJARA, JALISCO (28/AGO/2015).- Cuando escarbaron en el terreno en el que hoy se construye el nuevo Mercado Corona, las máquinas sacaron montones de tierra oscura entre los cuales había antebrazos, fémures y caderas que se deshacían con facilidad.

“El Mexicano”, uno de los responsables de la obra, que se encuentra a 80% de avance, cuenta que durante estas labores una de las máquinas se trabó al chocar con los cimientos de una construcción vieja. Después de 10 metros de profundidad, se dieron cuenta de que había agua en la zona.

El nuevo Mercado Corona está a punto de concluirse y unos 900 trabajadores bregan día y noche para dar los últimos toques. El vocero de la constructora Afronta México, Gabriel Pérez, dice que el inmueble se ha armado como un rompecabezas. A nivel del suelo, los trabajadores avanzaron 17 metros hacia abajo para crear los sótanos del estacionamiento. Hacia arriba, recorrieron 21 metros: en los primeros tres pisos habrá 587 locales comerciales.

En medio del ruido, de las máquinas y de los bultos de tierra, hay trabajadores con casco y botas embadurnadas de tierra que caminan alrededor de una telaraña de andamios que apuntan hacia unos tragaluces de formas triangulares.

Otros golpean tubos o manipulan máquinas. Uno de ellos, “El Güero”, maneja una torre grúa que mueve lozas de concreto que tardan un par de horas para ceder a la fuerza del fuego. De tanto cargar lozas, la torre grúa se descompuso y tardó una semana en ser reparada.

Casa del tercer obispo, Colegio de Santa Catarina de Sena, Hospital Real de San Miguel de Belén, cementerio, cárcel, intento de alhóndiga, carnicería, cuartel, el nuevo Mercado Corona recuperará la vocación comercial que adquirió desde principios del siglo XIX, cuando se llamaba Plaza de Venegas.