Refrenda Alberto Cortez su éxito ante el público de Los Ángeles

LOS ÁNGELES, ESTADOS UNIDOS (25/MAR/2012).- Reconocido como uno de los más grandes poetas musicales del siglo XX, Alberto Cortez retornó a Los Ángeles para refrendar el éxito de una carrera de varias décadas con composiciones a la vida.

El artista fue recibido con prolongados aplausos y el público de pie, y despedido con la insaciable demanda de "¡otra!", que ya había cumplido después de dos horas de una actuación que inició puntual, lo que no acostumbran las estrellas de la actualidad.

El vetusto teatro Million Dollar, que fuera el foro musical más importante de Los Ángeles en los años 50 y 60, y que en su vestíbulo tiene fotografías enormes de Juan Gabriel y Luis Aguilar, fue marco del reencuentro de Cortez con más de mil personas que casi abarrotaron el lugar.

A sus 72 años, el cantante disfrutó compartir con admiradores, y aunque de caminar lento y parsimonioso, tuvo la osadía en una de sus canciones de ponerse a bailar, aunque los pies permanecían firmes y fijos, mientras sólo movía con gran energía sus brazos.

Ese y otros chascarrillos le fueron festejados por un público que le reconoció con fuertes aplausos y vivas al fin de cada canción y hasta un grito de alguien que en el fondo le dijo: "¡Alberto, eres increíble, tienes la misma voz de siempre!".

También contó que recién le operaron la rodilla izquierda que, dijo, fue producto de un choque con Christiano Ronaldo en un amistoso con el Real Madrid, y por eso a ratos cantaba sentado.

Cortez, quien recibió el Grammy a la Excelencia Musical en 2007, ha compuesto canciones desde los seis años y le ha escrito a la vida, a la amistad, a un perro, al árbol, al vino, al respeto a la identidad y por supuesto al amor.

En su recorrido musical acompañado sólo de piano, el nacido en las pampas argentinas y radicado en Madrid desde los años 60, empezó con "A mis amigos", "Mariana", "Distancia", "La vida", "A partir de mañana" y "Callejero".

También cantó "Te llevaré una rosa", "Te sigo queriendo", "Yo quiero ser bombero", "Miguitas de ternura", "No soy de aquí ni soy de allá", "Mi árbol y yo" y cerró con "Cuando un amigo se va".

Cuando interpretó "No soy de aquí ni soy de allá", este tema se lo dedicó a su amigo, el fallecido Facundo Cabral, y pidió a los asistentes lo entonaran, lo que respondieron de forma imponente, "porque seguramente en donde está lo estará escuchando", señaló.

A muchos de los asistentes impactaron sus destellos de expresiones filosóficas como: "La vejez es la más dura de las dictaduras", o "La amistad es el sentimiento más puro, porque es incondicional y auténtico".

También interpretó dos canciones de "Tener en cuenta", su nuevo álbum. "Frankenstein", dedicado al amigo que lo defendió de joven y ahora postrado a punto de morir, y "Lupita", una historia del amor de una mujer que empieza sola con su esposo y termina al final de la vida con él.

Cortez, quien ha advertido que seguirá disfrutando de ser un animal del escenario, recién grabó una canción a dúo con José José, "que habla de que cuando se llega a los 60, a esa edad también se puede decir que es primavera".

El artista realiza una gira de conciertos por el sur de California, Estados Unidos, que inició el 23 de marzo en Santa Ana, y seguirá en Fresno el 30, San Bernardino el 31 y en San Diego el 1 de abril.