Lunes, 21 de Octubre 2024
Entretenimiento | Concierto en el Teatro Diana

Goran Bregovic promete una ebullición balcánica

El músico bosnio viene acompañado solo de 11 de los integrantes de la Orquesta de Bodas y Funerales

Por: EL INFORMADOR

En sus movimientos ya vienen sonando los metales. Huele a ebullición desquiciada desde los Balcanes. Rocanrolero en su juventud, hijo de madre ortodoxa serbia y padre católico ortodoxo, ahora portador de pasaporte bosnio, croata y también serbio, educado para ser profesor de marxismo, ferviente representante de la música búlgara, nostálgico por la nación comunista (Yugoslavia) que se diluyó a la nada y amante del alcohol como parte de su cultura. Goran Bregovic ha llegado a Guadalajara con su maleta de raíces y recuerdos, y solo 11 de los 40 integrantes de su inseparable Orquesta de Bodas y Funerales, para ofrecer un concierto esta noche en el Teatro Diana, como parte del Festival Zapopum.

El músico promete interpretar parte del material discográfico de los filmes en los que participó (Underground, Arizona Dream, El tiempo de Gitanos), y canciones de Bodas y Funerales, como Carmen con un final feliz y Alcohol, que estará circulando en septiembre próximo.

Después de presentarse el año pasado en el Fórum de las Culturas en Monterrey y hace un par de días en la Ciudad de México, visita Guadalajara y la próxima semana estará en Oaxaca, acompañado de una banda típica de esta ciudad.

Goran Bregovic se presentó ayer ante los medios de comunicación con ese ritmo gitano que contagia alegría, acompañado por el crítico de música Enrique Blanc, quien definió que lo que el bosnio interpreta son “fanfarrias inspiradas en la música militar, tocada por gitanos”, y recordó sus tres etapas musicales: “Primero tuvo un grupo de rock (época en la que tocada en stripteases), después colaboró con Emir Kusturica (el cineasta) y ahora está con su obra personal firmada con su nombre de pila, cuyos dos lanzamientos son Carmen with a happy year (Carmen con un final feliz) y Alcohol”.

Bregovic comentó -en inglés, disculpándose por no hablar español- que su país es de origen comunista y Tito adoraba la música de mariachi, “que estaba en boga en Yugoslavia. (Como parte de la gira en México) Y voy a tocar en Oaxaca, porque la ciencia dice que la música es el lenguaje humano más profundo y antes de hablar, la religión o la política, los humanos se comunican con la música, así que la banda de Oaxaca y yo hablamos el mismo idioma”.

El bosnio aclaró que desde la época de los turcos tocaban orquestas de metales, porque durante la guerra con Turquía no había academia de música y la única forma de conseguir instrumentos era a través de los gitanos, “pero en realidad nunca tuvimos música militar en los Balcanes, porque los gitanos lo interpretaban entre la banda y la música con otro sentido”.

De su experiencia en el cine, añadió que ha influido en lo que hace ahora, pues compone a partir de imágenes que circulan por su cabeza. “En las canciones para bodas y funerales, lo único que hace falta es la película”.

Para explicar porqué modificó la ópera de Carmen con un final feliz, Bregovic recordó un chiste gitano: “Un niño entra en la recámara de su abuela y la encuentra viendo una película porno y le dice, ‘qué haces abuela’, le responde, ‘estoy viendo si sí se van a casar’. Entonces, el asunto es que los gitanos siempre necesitan un final feliz y casi siempre es el matrimonio”.

Agrega que “por supuesto que cuenta la verdadera historia de la ópera, que es cruel, pero ahora yo la arreglo como quiero, y todo el mundo se casa”.

Alcohol, que estará listo a finales de septiembre, tendrá 25 canciones y estará dividido en tres partes. “La primera va a ser la que toqué el año pasado en el festival que participé con bandas de metales gitanas y está dedicada a la raquia, nuestra bebida tradicional como el tequila aquí, y la voy a grabar en mi casa con una mayor orquesta para tomar vino. Luego voy a tomar piezas con estructura más compleja y será dedicada al vino. La tercera parte estará dedicada a la cerveza y voy a tocarla en un pequeño club”.

Los músicos que ahora son parte de la banda del artista de Sarajevo, “siempre habían tocado en bodas y funerales, y yo les empecé a decir así de broma, y se les quedó porque esta era la primera vez que tocaban otra cosa”.

Nostalgias por el comunismo

Las palabras de Goran Bregovic fluyen ligeramente desgarradas al recordar a la nación que geográfica y políticamente desapareció.

“El comunismo fue un periodo necesario en mi país y es mejor que el capitalismo primitivo, porque este último es más cruel, es mucho más evidente cómo solo unos cuantos son ricos. Al menos antes todos teníamos salud, educación y todas esas cosas básicas. Bien decían los griegos que la democracia es peligrosa, y llegar a su maduración es un proceso de años, entonces imagina que de repente tuvimos un cambio radical; llegó como una amenaza”.

Probablemente, para liberar esto, “hago música en vez de ir al psiquiatra”, y concluye que el sentimiento que lo habita es “desgarrador porque, es muy extraño cuando uno se pregunta sobre el lugar de origen. Ahora he entendido que ya no es político ni geográfico, mi territorio es emocional”.



El concierto es esta noche, a las 20:30 horas, en el Teatro Diana. El costo de los boletos es de 180 a 350 pesos. Venta a través del sitema ticketmaster (38 18 38 00) o en las taquillas del teatro.







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