GUADALAJARA, JALISCO (03/JUL/2016).- En "Eleven" les interesa hablar de la condición humana a través de guitarras y sintetizadores, el theremin o el bajo, sin límites de idioma o de tiempo, en un todo o nada.Hablamos del segundo disco de Fesway, trío tapatío conformado por Sofía Orozco, Yolihuani Curiel y Fernando Arias que regresa este 4 de agosto a Guadalajara a presentar su nuevo material, en el Teatro Torres Bodet. Sofía Orozco compartió en entrevista que en el álbum - producido por Sacha Triujeque- se distingue una evolución de la banda, que lleva un año que se fue a vivir a la Ciudad de México. "Hay detalles que consideró más sutiles, cada arreglo tiene su lugar, digamos que ya no hay tanto atasque de capa sobre capa sobre capas de guitarras, de voces, de sintetizadores, efectos electrónicos, a diferencia del primer disco que fue más caprichoso y tiene esa rebeldía". -¿Por qué Eleven? Es un juego de palabras. Quisimos encontrarle un significado al segundo álbum, el once es también un uno y un uno que puede parecer el dos romano, el que se pueda pronunciar en dos idiomas, en inglés y en español, eleven como el número de canciones que son y eleven porque yo digo esta frase de que es un disco para que se eleven. -¿Cómo fue la grabación del álbum, cuál fue la dirección a seguir? Quisimos un estilo más oscuro, más crudo, que se logró gracias a que trabajamos con Sasha Trujeque, hubo una búsqueda que los elementos fueran finos, minimalistas, retomando el estilo del rock de los setenta, también lo experimental de letras existencialistas, hay una canción donde canta Yolihuani, él la compuso, esa es la pauta de que si nos preguntaran a dónde vamos explotaríamos eso, hacer todo a dos voces y canciones muy extensas, con altibajos más extremos. -¿Siguieron con la base de guitarra, batería y voz? Esa es una de las diferencias respecto al disco anterior, en el pasado todos los bajos son sintetizadores y algunos son voces de Yolihuani afectadas para que sonaran como bajos, y Eleven sí tiene bajo eléctrico que lo tocó Pablo Vela, el cuarto integrante de la banda que normalmente la gente no lo ve en vivo porque vive en San Diego, pero es parte clave de la composición, en vivo cuando se pueda va a ser una sorpresa poder estar los cuatro. -¿Cómo fue trabajar con alguien que ha producido hasta a Gustavo Cerati? Tuvimos la fortuna de conocer a Sasha, cuando definimos a dónde queríamos llevar el disco, vimos qué tipo de productores estaban al alcance, fuimos a su estudio y le mostramos las maquetas, y desde que entras vas viendo que hay 'match', dices aquí sí me veo grabando. Desde el momento que escuchaba los arreglos descubrió que por ejemplo nos gustaba Portishead, Nine inch Nail, fue el click instantáneo. -¿Quedó lo que ustedes querían?Sí, de hecho Sasha es un hombre de pocas palabras. Nos pidió que le mandáramos las maquetas, él hizo algunas nuevas estructuras en algunas, hubo entera confianza para que hiciera y deshiciera en el disco. Al momento de entrar a grabar lo hacemos por capas, primero las baterías,luego los bajos, las guitarras, lo electrónico, las voces, con él fue una forma de grabar diferente a lo que estábamos acostumbrados porque te pide que grabes por ejemplo tres canciones en un día y te deja descansar en lo que las va mezclando. Hay veces que para grabar voz te piden que te cuadres perfectamente en el tiempo y en la afinación, y estás concentrado en afinarte o en dar intención y con Sasha era libertad total, le gusta que las cosas suenen humanas y naturales, cosa que me encanta. -A ustedes les gusta explorar sonidos con objetos, ¿pasó en este disco? Sí, aunque no tanto como en las musicalizaciones que es donde explotamos ese lado experimental , acá los elementos diferentes son por ejemplo el juguetito que uso que espara simular trompetas, o el iPad para ritmos y melodías, o un pollo para niños que suena en algunas canciones. -¿Qué es el theremin? Es un instrumento electrónico, yo lo toco yo en vivo, consta de dos antenas que emiten ondas de radio, tu intervienes en el instrumento pero en el aire, hacia las antenas, con una controlas el volumen y con otra la afinación, entonces todo el tiempo lo estás tocando en el aire, las dinámicas son visuales pero no distinguen de dónde sale, solo me ven haciendo como un tipo de baile del Robot, es lo característico de este proyecto. -¿Las letras del disco recopilan algún momento específico de la banda? Yo soy la que trabajo la mayoría de las letras, en este disco Yolihuani se aventó a hacer una, pero la línea siempre ha sido condición humana, el preguntarnos qué es al existencia, por qué estamos aquí, hay algunas canciones como de protesta contra el sistema, digo entre comillas porque el sistema somos nosotros mismos, hay mucho simbolismo, mucha metáfora, la canción de Blanco (primer sencillo) trata sobre lo que significa el color blanco, que es una bruma que existe antes de los nacimientos o de la muerte, y lo mismo que pasa cuando sale el Sol y se oculta, los mayas le llamaban La casa de la bruma, y todos los sacrificios eran para asegurarse que surgiera el Sol, está la simbología en esa canción, que vamos con los ciclos solares, igual en la vida hay que surgir o morir, y volver a surgir, es esa invitación a esos ciclos. -Para el concierto, qué tienen planeado, ¿cómo ven el espacio? Va a ser la primera vez que tocamos allí, queremos que sea un buen concierto porque tenemos mucho sin tocar aquí. Hay muchas sorpresas visuales que acompañan cada canción, viajes estelares o cómo sería adentrarte en el mar, desierto, la gente va a escuchar la música y se va a llenar de lo visual. En el intermedio unos chicos que son nuestros alumnos de percusión se juntaron para sacar versiones acústicas de Alas y Garras, fue su iniciativa y nos encantó tanto que los vamos a traer. -¿Qué sigue para la banda y cómo va a ser la promoción? Con el otro disco llegaron a otros países como Colombia. Acabamos de ir a Colombia al Festival Viva el Planeta, conocimos a Mario Krápula de Doctor Krápula, nos vio tocar en un festival de la Calera el año pasado y nos llevó a su festival, ya estuvimos dos veces seguidas. De aquí a cerrar el año hacer una gira por diferentes partes de la República, queremos recurrir a la Fondeadora y hacer una gira y armar la ruta junto a nuestros fans. -¿Estar en la Ciudad de México les ha abierto puertas musicalmente? Tanto lo que pasa aquí y allá ayuda, llevamos diez años trabajando en la música y en Guadalajara ya se tocaron todas las puertas que había por tocarse, ya sentíamos que no había mucho que explotar aquí, por eso fue el cambio, el enfocar energía los tres, de apostarle porque se nos van los años. Quisimos dar el paso, vivir los tres en él mismos espacio, se necesitaba ver si estábamos comprometidos o no, todo o nada, la presentación del álbum es un buen augurio, decir seguimos. EL DATOFesway en Teatro Jaime Torres Bodet (Av. España 2020 esquina Chapultepec Sur) /Jueves 4 de agosto a las 20:00 horas/Entrada general 200 pesos a la venta en Universidad Libre de Música y el día del evento en la taquilla del teatro. EL INFORMADOR / ILSE MARTÍNEZ
