Vaya tarde torera por Almeida y Mateos

GUADALAJARA, JALISCO.- La novillada de esta tarde ha dejado plena ejemplificación de lo que es la esencia del toreo en los novilleros cuando se cuenta con condiciones excepcionales para tratar de llegar a ser alguien en la tan hermosa cuanto dura profesión.

Y los que no fueron... se la perdieron. Sí, efectivamente, bajó la entrada. Razones habrán dife-rentes: que el puente, que el triunfo de la Selección dejando muchos sin parné después de los festejos, que la tía de las muchachas...

Lo único cierto es que la motivación para concurrir a las plazas de toros día con día, se ha venido reduciendo y se está pagando una cara factura de tantos años de no hacer bien las cosas mirando tan sólo los festejos del próximo domingo y olvidándose de invertir para un futuro.

Afortunadamente la novillada ha dejado un sabor de boca magnífico, toda vez que anunciándose seis novillos toros con toda la seriedad que implica el ganado para una plaza de la importancia de Guadalajara, importancia que se ha sustentado a lo largo de lo que va de la temporada novilleril, con encierros bien presentados, serios, íntegros y armados la de hoy no es la excepción, aunque anunciándose tres ganaderías diferentes: José Marrón, Jorge de Haro y el Vergel. Los bureles, acordes al genotipo de su origen tuvieron la gran condición de la movilidad,algo que es fundamental para que haya espectáculo, y matizando el aspecto de estilo, clase y casta, puedo
decir que de siete que se corrieron, sólo un sobrero que salió tras despitorrar al segundo al ser estrellado en uno de los burladeros, -sigo señalando que hay subalternos más peligrosos con un capote en la mano y con un fusil- saliendo una res de Celia Barbabosa que desentonó del nivel de las que venían en el encierro original.

Así pues, el ganado se movió, unos con más clase, otros mansos pero toreables, y uno verdaderamente excepcional del El Vergel que mereció el honor de ver su vida perdonada por el indulto. Fueron a los caballos algunos más obligados que otros pero, insisto y repito seis se prestaron para el lucimiento y esto amigo aficionado y lector es un alto muy alto altísimo porcentaje para que una tarde sea verdaderamente extraordinaria, por cuanto a los toreros...

Debo decir que hace muchísimos años no veía una presentación tan exitosa y tan merecedora como la que ha tenido esta tarde un chaval ecuatoriano de nombre Francisco Almeida que cuenta con condiciones verdaderamente destacables para poder llegar a ser alguien importante en la fiesta de los toros. El muchacho tiene torería; la cabeza le funciona estupendamente bien, y cuenta con el valor, la inteligencia, los arrestos y los recursos para aprovechar las condiciones de sus toros, lo que le ha permitido tener un éxito verdaderamente de excepción, ganándose las dos orejas de su primero e indultando al segundo de su lote.

Capotillo templado con el que dibujó la verónica y la media, así como la chicuelina también. Y con la muleta... con la muleta el claro concepto de lo que es plantear las faenas con estructura y tras no salir a pegar pases sin ton ni son, sino buscando los motivos, conociendo lo terrenos y dándose como Almeida se dio en faenas variadas en las que el pase natural cobró un dimensión verdaderamente señalada, bordando el pase fundamental por el temple, el manto, el relajamiento y el regusto de rebosarse en su instrumentación proyectando una expresión artística a los tendidos que hizo adentrarse en el ánimo de los aficionados, cayendo auténticamente de pie. Trazando su labor, dio sitio y distancia, poniéndose siempre en el preciso lugar para hacer repetir a los dos novillos del mejor lote, que fue el que le correspondió, y bendito sea Dios, que fueron para él, desarrollando dos obras artística en las que el toreo por abajo, en ayudados y en natural, cobró altura impactando, midiendo sus faenas, supo rematarla la primera con una estocada soberbia, atracándose de toro y yéndose tras del acero más recto que una flecha, siendo cogido espectacularmente sin heridas que lamentar, ahí, las dos orejas, y con su segundo en el mismo tenor, pero con mayor intensidad en una expresión profunda y de hondura que nos sacudió las fibras más sensibles de los apasionados del toreo consiguiendo el indulto del noble y extraordinario ejemplar de El Vergel, marcando una efeméride en la presentación triunfal en un plaza del fuste como la tapatía.

Hablar de Alfonso Mateos ya lo había señalado, era apreciar un joven artista poblano de fuerte expresión y hacedor de un toreo con sabor, pero careciendo de las condiciones para estructurar sus faenas dejándolo todo a pegar pases y más pases. En esa tesitura estuvo en los dos de su lote; pero al triunfo sonoro del de Ecuador, tuvo a bien regalar un sobrero, de El Vergel también hermano del que momentos antes había sido indultado, para bordar una faena verdaderamente lucida por cuanto a las formas artísticas que plasmó, en el toreo por abajo en la zona de toriles, no sin salvarse de una cogida espeluznante que el dejó la taleguilla en la pierna derecha como falda de hawaiana, pero saliendo a por todas y despenando de estocada tres cuartos que bastó se ganó sobradamente una oreja, dándosele las dos por un público entusiasta que ya, con las lumbreras regando con su luz el ruedo, habían visto morir la tarde triunfo grande de Alfonso Mateos. Por cuanto al “Canelo” debo decir que no... que no avanza, las mayores palmas que escuchó fueron con las banderillas, por lo bullidor que se vio, pero ya en su toreo continúa en la línea de pegar pases sin ton ni son, pero sin dejar nada tampoco por cuanto aroma y sabor, y si a esto se añade que con la espada dejó un bajonazo de cárcel su resultado fue verdaderamente negativo, teniendo que ver cómo sus alternantes salían a hombros y él por propio pie por cuanto a contraste de sus actuaciones.

Y sacaron el anunció de la novillada de triunfadores, teniendo como seguros a Santiago Fausto y a Carlos Rodríguez un nombre más para señalar, yo me permito sugerir a la empresa que habiendo llevado una temporada novilleril de peso, pudiese incluir en esa función no uno sino dos nombres convirtiéndose en una novillada auténticamente de triunfo con la inclusión de, efectivamente, triunfadores, pero no con seis sino con ocho ejemplares, el nivel por cuanto a presentación han tenido los encierros que se han venido lidiando. Los nombres: Francisco Almeida y Alfonso Mateos. Y no pierda la vista de que en estos dos chavales pueda encontrarse una pareja novilleril de trascendencia.

Como trascendentes fueron las actuaciones de dos toreros un picador de lujo como lo es David Vázquez y un banderillero chiten como lo es Armando Ramírez el “Bam Bam” que saludaron el uno con el castoreño y el otro con la montera en mano para escuchar el batir de las palmas por los puyazos y los soberbios pares que realizaron haciéndose ver como lo que son en su franco toreros de la cabeza a los pies.

Correo electrónico: francisco@baruqui.com