Rebaño sin rumbo

MONTERREY, MÉXICO.- Efraín Flores solicitó la contratación de hombres experimentados para darle fuerza al grupo de jóvenes que, al menos, hacían competitivo al Guadalajara.

Hoy, esas “figuras” están a punto de costarle su puesto en el banquillo de las Chivas.

Porque lo de anoche en el estadio Universitario fue penoso para un equipo que, desde que lo administra Jorge Vergara, tiene en la combatividad a uno de sus principales sellos.

Son 272 minutos sin anotar. Luego de aquel inspirado segundo tiempo de cinco anotaciones frente al Pachuca, los rojiblancos se volvieron inoperantes.

El 1-0 en favor de los Tigres resultó muy poco para un conjunto que mostró deseos de ganar, de tomar una bocanada de oxígeno en su asfixiante lucha por no descender... Y muy barato para un Rebaño Sagrado inofensivo, que apenas logró inquietar a Óscar Pérez en un par de ocasiones.

Aunque El Conejo no fue factor. Su único lance sólo resultó de seguridad, porque aquel balón servido por Ramón Morales no iba hacia la portería, luego de que Javier Hernández no alcanzó a chocarlo.

Omar Bravo cumplió en su primer duelo frente al Guadalajara. Es cierto, continúa sin anotar como felino, pero su ímpetu resultó clave en la ofensiva del equipo dirigido por José Pékerman, quien por fin pudo celebrar una victoria al frente de los regiomontanos.

El atacante de los Tigres enseñó que aprendió bien los valores que le inculcaron en las fuerzas básicas rojiblancas. Ni todo el Guadalajara junto fue la mitad de intenso que Omar, cuyo tanto anulado no pesó en el marcador.

No ante un rival sin alma, en el que hasta su capitán ha perdido la estirpe.

Lo del Moncho fue lamentable. Impreciso, lento y carente de imaginación, el lateral izquierdo de Chivas fue fiel reflejo de la lamentable exhibición de un Rebaño que fue apoyado poc en el Volcán.

La difícil situación de los felinos en la tabla porcentual quizá fue la causa de un extraño fenómeno en las tribunas. El azul y el amarillo predominaron, pero varias playeras rojiblancas se hicieron presentes. El “¡Chivas, Chivas!” llegó a escucharse con bastante potencia... Pero el equipo, por ahora, está muerto.

Morales no es el único irreconocible. Sergio Ponce no es ni la sombra del productivo hombre del Toluca; Aarón Galindo, Jonny Magallón y Héctor Reynoso siguen transmitiendo la misma seguridad que las calles del centro de Guadalajara en la madrugada; Jared Borgetti ya ve al retiro de frente.

Aunque no antes que Flores, quien abandonó la cancha con un gesto de resignación, porque perder una racha de 11 cotejos sin caer ante los Tigres lo dice todo.