CIUDAD DE MÉXICO (21/NOV/2016).- La de los Raiders, fue una inoperante ofensiva durante los primeros tres cuartos de su duelo de lunes por la noche, pero la magia de Derek Carr, el mariscal de campo del Negro y Plata, llegó en los momentos importantes para que los Malosos se impusieran por marcador de 27-20 a los Texans de Houston, anoche en el Estadio Azteca.El duelo celebrado en la capital del país, que marcó el fin de una ausencia de un juego de temporada regular de la NFL en México de 11 años, fue uno de altos vuelos en el que parecía que la mayoría de los poco más de 76 mil aficionados saldrían decepcionados, pero lo que ha caracterizado a los Raiders a lo largo de todo el año llegó en el momento justo para alzarse con una victoria que los pone con marca de 8-2 y en la cima de la División Oeste de la AFC.La historia no fue del todo dulce para los de Oakland en los primeros tres cuartos de juego y sí para el equipo de los Texans, que fungía como visitante en este encuentro. Los Texans tenían maniatada a una ofensiva de los Raiders, al permitir sólo 120 yardas y 13 puntos a los Raiders después de 37 jugadas y 45 minutos de acción, lo que les había permitido irse arriba 17-13 en el marcador después de tres parciales y 20-13 apenas en los primeros minutos del último cuarto.Sin embargo, dos series ofensivas que sumaron 160 yardas le dieron la vuelta al marcador a un encuentro que parecía estar en las manos de los Texans.Tras irse abajo 20-13, en la siguiente posesión los Raiders sólo requirieron de una jugada para empatar el marcador. Desde la yarda 25, Derek Carr encontró abierto a su receptor Jamize Olawale, que así se escapó 75 yardas hasta las diagonales. Janikowski conectaría el extra para poner las acciones 20-20.Los Texans querían a como diera lugar recuperar la ventaja en la siguiente posesión, pero, una decisión polémica de los oficiales terminó por sepultar cualquier esperanza. En cuarta y centímetros en la 15, Lamar Miller fue detenido en la línea, aparentemente superando la marca del primero y 10, sin embargo, los oficiales determinaron lo contrario. El coach Bill O’Brien decidió retar la marcación, pero sus intentos fueron infructuosos.Eso levantó el ánimo de unos Raiders comandados por Carr, quien necesitó de sólo cinco jugadas y conectarse con su estelar receptor Amari Cooper para dictar sentencia en el Azteca. Cuatro jugadas después de la detención a la ofensiva de los Texans, Carr puso a sus Malosos en la 35 del lado contrario y conectó en una ruta sesgada con Cooper, quien se quitó a todos los defensivos a su paso para meterse a las diagonales con menos de cinco minutos por jugar.Houston aún tenía oportunidad de levantarse, sin embargo, la defensiva de los Raiders pudo contener, algo que no había hecho en todo el desarrollo del encuentro, para llevar a los de Oakland un paso más cerca de una postemporada que se les niega desde la temporada del 2002, aquella la de su último Super Bowl jugado.La figuraDerek Carr (Oakland Raiders)A pesar de haber estado errático durante tres cuartos de acción, el joven pasador de los Raiders sacó el toque y conectó pases importantes para comandar la victoria de los de Oakland. Dos pases de anotación en el último cuarto fueron la diferencia a favor de este joven, que terminó la noche en México con 295 yardas y tres envíos a las diagonales.Una sucursal del ‘Hoyo Negro’Uno de los escenarios deportivos más importantes de México se convirtió en sucursal del O.Co Coliseum de Oakland. El Estadio Azteca se transformó en casa de los Raiders de Oakland.Al menos así lo hicieron sentir la mayoría de las 76 mil 473 gargantas que estuvieron en las tribunas del coloso de Santa Úrsula en el regreso de la NFL a México con un juego de temporada regular tras 11 años de ausencia.El color negro, matizado en algunas partes de las tribunas por el rojo de los jerseys de los Texans, predominó en las tribunas del Azteca, que en cada uno de los 60 minutos de juego nunca guardaron silencio, ni cuando la pantalla gigante indicaba que la ofensiva de los Raiders se encontraba en el terreno.Así se hizo sentir la afición mexicana, que vio cómo su necesidad de futbol americano de la NFL en nuestro país quedó satisfecha, en una noche fría en la capital del país, pero que grito a grito desde las gradas y emoción tras emoción generada desde el emparrillado fue cálida gracias a este regreso.Todo esto, fue aderezado por varios elementos que complementaron el encuentro. Desde el encendido de la llama en memoria de Al Davis (el extinto dueño de los Raiders) hecho por Tommie Smith.