La afición no llenó el Omnilife, ni en la final de la Libertadores

ZAPOPAN, JALISCO (12/AGO/2010).- Quizá sería el alto precio de los boletos o que lo pasarían en vivo por la televisión, pero lo que sí fue un hecho es que la afición no respondió a un partido de final de Copa Santander Libertadores y no llenó el Estadio Omnilife.

Visibles huecos se vieron sobre todo en la parte más alta de las tribunas, más en las esquinas, que es la zona más lejana con la cancha. Además de que muchos de los palcos se vieron vacíos.

Pero los que sí estuvieron presentes, nunca dejaron de apoyar al chiverío, insitándolos a ir al ataque, aunque en la mayor parte de la primera mitad estuvieron más al filo de la butaca que otra cosa, luego de que el dominio de los visitantes fue apabullante.

Lo mejor del primer tiempo para los aficionados, sin duda, fue el gol; el cual los tomó de sorpresa porque fue en la segunda llegada de los rojblancos. La obra de Adolfo Bautista terminó en las redes visitantes y la explosión de los aficionados de Chivas se dejó escuchar.

Hasta los medios de comunicación tuvieron su regalo al momento del tanto, pues una lluvia de cerveza cayó desde las tribunas que están arriba de la zona de prensa.

Concluyó la primera parte y el inmueble se obscureció, comenzando la lluvia de fuegos artificiales y los flashes de las cámaras, así como de los celulares dieron un bello marco al espectáculo de medio tiempo.

El gran ambiente que la afición tenía, se vio opacada con el gol del empate de los brasileños, el volcán se apagó al ver cómo caía el arco de Luis Michel. El público todavía no reaccionaba al balde que les había caído, cuando llegó el segundo tanto en contra; tuvo que ser la Legión 1908 la que volviera a apoyar a los suyos, puesto que los demás solamente mostraron caras de decepción y posteriormente comenzó a abandonar el estadio.

Al momento del silbatazo final, la afición despidió a su equipo con una gran rechifla, pues ya sienten perdida la gran final de la Copa Santander Libertadores.