Dwyane Wade, en compañía selecta

MIAMI, FLORIDA.- El propio Dwyane Wade se mostró un poco abrumado cuando supo con quién puede compararse ahora.

De los casi 4 mil jugadores que han estado disponibles para un partido en la historia de la NBA, sólo dos —Oscar Robertson y Michael Jordan— finalizaron una campaña con los números que Wade lleva en ésta.

Saludable otra vez, el astro del Miami Heat está promediando 29.5 puntos por partido, la mejor cifra de la liga, junto con 7.5 asistencias y cinco rebotes en 21 encuentros.

Y Wade quiere más.

“Espero mejorar”, dijo. “Por ahora, me parece grandioso estar en la misma conversación sobre gente como Michael Jordan y Oscar. Pero ellos lo hicieron en toda la temporada. Lo mío abarca sólo unos 20 partidos, me quedan unos 60 o más”.

¿Podrá mantener semejante ritmo?
“Supongo, ya veremos”, dijo Wade.

En varias categorías Wade está en camino de tener su mejor temporada. Su aportación de puntos supera por 2.1 a la mejor marca que había tenido en su vida antes.

Está también en camino de establecer sus mejores cifras de por vida en disparos desde el perímetro, triples, robos y tapones, y ciertamente él es el motivo principal por el que el Heat —que fue el hazmerreír de la NBA el año pasado— ha tenido un comienzo con récord de 12-9 en esta temporada.

Para Wade, las dos temporadas llenas de lesiones que siguieron a la del 2006, cuando Miami se coronó, son algo “muerto y enterrado”, al igual que el estigma por la debacle del año pasado, cuando Miami tuvo una foja de 15-67.

“La salud es una parte muy importante del desempeño de todos los jugadores”, dijo el coach de Oklahoma City, Scott Brooks.

“Esta liga es muy buena, si uno no está saludable, no puede hacer las cosas, sin importar cuán talentoso sea. Evidentemente, él está ahora bien y es uno de los mejores jugadores en la liga. Hace todo: bloquea, pasa, roba, puede anotar de muchas maneras, está sano, todo mundo se puede dar cuenta”.

El historial médico de Wade es muy conocido para aquellos que han seguido su carrera en Miami. Se dislocó el hombro izquierdo en febrero de 2007, una campaña donde batalló también con molestias en las rodillas.

Para la hora en que regresó de su lesión en el hombro, sus rodillas estaban demasiado lastimadas, y eso mermó las posibilidades para que el Heat defendiera su corona. Se colaron a playoffs, pero fueron barridos por los Toros de Chicago.

La campaña anterior fue peor. Wade únicamente participó en 51 partidos, por una variedad de lesiones, el Heat se desmoronó, Shaquille O’Neal fue cambiado a Phoenix y Pat Riley, el coach, decidió retirarse.

Así que, antes de ir a los Juegos Olímpicos, Wade adoptó una frase: “Algo qué comprobar”.

Dicha experiencia olímpica fue en parte el motivo por el cual su campaña 2008-09 arrancó de forma explosiva.

El “Flash” no fue titular en el equipo de Estados Unidos, pero quizá fue el mejor elemento del roster comandado por Mike Coach K. Encabezó a su escuadra en anotación, incluyendo 27 puntos en el juego por la medalla de oro contra España.

“No hay duda, de que jugar a ese nivel durante el verano fue una gran ayuda para llegar a la temporada”, afirmó Erik Spoelstra, head coach de Miami.

Si Wade termina con esos promedios, ciertamente se verá involucrado en la carrera por el Jugador Más Valioso, donde se perfilan nombres como LeBron James, Kobe Bryant, Chris Paul, Paul Pierce y Kevin Garnett, entre otros.

Pero, a diferencia de los equipos como Boston, los Lakers, Cleveland y Nueva Orleans, el Miami Heat no es considerado como candidato a ser campeón. Y Wade sabe que esto podría mermar sus aspiraciones.

“Estoy jugando al nivel de los demás en la liga”, dijo, “pero también debo cooperar para sacar del bache a mi equipo, y eso me va a tomar mucho trabajo”.