De los Toros con Verdad por Francisco Baruqui M.

Creo, a no dudar, que la temporada novilleril ha venido arrojando resultados positivos por donde mirarse se quiera…

Y escribo esto, toda vez que el eje y la víctima que no es otro que el toro, por cuanto a presentación y lidias, ha tenido la relevancia fundamental que da trascendencia a todo lo que delante de él se haga, cuando se trata de ganado serio, íntegro, auténticamente importante que le ha dado valor a lo que los soñadores de gloria y fortuna buscan en su afán de llegar a ser gente grande en la más singular y bella de las fiestas… La de los toros.

Así…
Así, acorde a sus personalidades propias y estilos de hacer el toreo muy en la sensibilidad de cada uno de los noveles, han impactado en sus expresiones artísticas en el ánimo de la afición de Guadalajara y, repito e insisto, enfrentándose a ejemplares con la imponencia, y varios de ellos con la arrogancia, que dan verdad a lo realizado por los chavales.

La revelación que realmente vino a sacudir a los aficionados es sin lugar a dudas la de un chamaco ecuatoriano, Juan Francisco Almeida, que en su actuación del pasado domingo marcó efemérides por el triunfo total, absoluto, ganándose dos orejas en uno y ganándole al otro su vida misma al ser indultado perdonándosele la muerte. Menuda presentación…

Sí, se llevó con mucho el mejor lote cuando traían las orejas pegadas con alfileres. A uno se las cortó y… Y al otro, al no matarlo, le dio la gloria al ganadero quedando Almeida con vueltas al ruedo lo que, de haberlo estoqueado, podría haberse ganado las dos y el rabo; pero es con astados así con los que se mira al que vale cuando los aprovecha triunfando, que con el malo… Con el malo sobran, con mucho, justificaciones para engañarse y engañar. Queda pues en el recuerdo un gran novillo toro de El Vergel, pero lo que hubiese sido cuatro auriculares y el rabo mismo, vaya debut de un torero en un ruedo como el guadalajarense.

Y hay que añadir otros nombres que con merecimientos van en el cartel de triunfadores del próximo domingo: el poblano Alfonso Mateos, -- cuerda de la buena y un estilo muy personal de interpretar el arte --, el queretano Santiago Fausto, de buen corte y elegantes maneras y el tlaxcalteca Sergio Flores que también ha impactado en la tierra tapatía. Todos, repito, con merecimientos propios. Ojalá que el ganado de Los Encinos, ocho serán incluyendo a cuatro espadas, venga en el tenor mismo de presentación que los antecesores encierros, cuando su criador es de los que gusta venir como venir se debe; y ya lo que dentro traigan… Lo que dentro traigan, se verá.

Cambiando de tercio he recibido noticias desde Perú de un matador que como novillero llegó a torear más que ningún otro, en la temporada española que lo proyectó… Antonio Bricio.

Lleva el diestro tapatío trece corridas en las más importantes plazas del hermano país habiendo cortado once orejas para sostener un mano a mano en el coso de Huaros, Provincia de Lima, con Fernando Rocarey con toros de Santa Rosa que es puro encaste español de Domecq. Para fines de mes, 27 y 28 actuará en Cajamarca otro mano a mano con un valiente peruano ya conocido de la afición mexicana como lo es Juan Carlos Cubas con astados de la ganadería de Morín, festejo con el que da por terminada su campaña en aquellas tierras.

Un matador que mantiene la ilusión dando la pelea en donde darla puede, regresará a México con méritos que valen para un llamado de atención a las empresas dando muestras de ser un torero rescatable en el que se han cifrado esperanzas de que con el rodaje que ha tenido y viene teniendo, por lo visto, se encuentra en el mejor momento de su carrera.

Ojalá que su esfuerzo y dedicación se vean recompensados con oportunidades aquí en su país y particularmente en su terruño jalisciense. Suerte pues, y de la buena…